Francia se prepara para una ola de calor que ya se hace notar este jueves en la región de Lyon con temperaturas de más de 35 grados y que los servicios meteorológicos prevén que será la más larga y la más intensa del verano.
Météo France tenía hoy siete departamentos en esa zona en torno al curso medio del río Ródano en alerta naranja, la situación empeorará allí durante el fin de semana y, en particular, durante la semana próxima, cuando en Lyon se calcula que se alcanzarán los 40 grados.
También desde comienzos de la semana próxima se superarán los 35 grados en otras ciudades del sur de Francia, como Toulouse, Burdeos, Perpiñán o Montpellier.
A media tarde de este jueves ya se habían alcanzado los 35 grados en Lyon, la tercera ciudad del país.
Lo peculiar de esta ola de calor es que se está extendiendo a la mayor parte del país, aunque en el norte las temperaturas máximas quedarán lejos de esos valores, al menos hasta mediados de la semana próxima.
En París, donde mañana se superarán los 30 grados, el termómetro se mantendrá en torno o por encima de ese listón en la próxima semana. Asimismo, las temperaturas mínimas de la capital marcarán niveles elevados, en torno a los 20 grados.
El contrapunto lo marcarán la costa de Normandía y Bretaña, donde en los próximos días no se llegará a los 25 grados.
La primera ministra ha decidido activar hoy una célula interministerial de crisis para realizar el seguimiento y tomar medidas ante este episodio de canícula, con una primera reunión esta tarde a partir de las 17:00 hora local (15:00 GMT) que estará presidida por su director de gabinete.
Por otra parte, la eléctrica estatal EDF ha avanzado que a partir de este próximo fin de semana podría reducir la producción de dos de sus centrales nucleares del valle del Ródano porque la temperatura del río supera los umbrales establecidos (entre 26 y 29 grados).
Se trata de las centrales de Bugey y Tricastin, que tienen ocho reactores de 900 megavatios de potencia cada uno.
EDF no puede anticipar ni por cuánto tiempo se recortará la generación allí ni cuánto disminuirá, algo que va a depender de las condiciones meteorológicas y de las necesidades en aprovisionamiento de electricidad.
Esos ocho reactores utilizan el agua del Ródano para enfriar sus circuitos, y la disminución de los volúmenes extraídos es para evitar que el vertido posterior no eleve hasta un nivel excesivo la temperatura del río que pudiera amenazar la fauna y la vegetación fluvial. EFE
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