David Morales, dueño de la empresa de seguridad española UC Global, SL, espió presuntamente para la CIA las reuniones en 2018 del expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017) con los antiguos mandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay, Cristina Fernández de Kirchner, Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma Rousseff y José Mujica, según se desprende de información hallada en su computadora portátil MacBook por orden del juez de la Audiencia Nacional española Santiago Pedraz, que lo investiga desde hace tres años por distintos delitos.
El exmilitar había sido contratado por el gobierno de Correa para ocuparse de la seguridad de la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encontraba refugiado Julian Assange. Morales ordenó a sus trabajadores espiar las reuniones del fundador de Wikileaks con sus abogados, pero también lo hizo al presidente de Ecuador, en especial cuando dejó el cargo, para pasar información a su sucesor y adversario político, Lenín Moreno.
Sofía y Anne, las dos hijas de Correa, les instalaron en dos ocasiones troyanos (virus disfrazados de programa legítimo) de la compañía Tradesegur en sus teléfonos móviles, dos iPhone 5 entregados por la empresa española en 2014, cuando su progenitor era presidente. Los troyanos permitían el control total de todos sus mensajes y conversaciones mientras las jóvenes cursaban sus estudios en Francia. Sus padres no fueron informados.
Según el nuevo análisis de la computadora portátil de Morales intervenida por la policía tras su detención en 2019, el nombre de la CIA aparece reflejado varias veces en un disco duro externo de la marca Western Digital en el que archivaba los proyectos y operaciones en los que participaba su empresa UC Global, SL.
El nuevo hallazgo de los peritos designados por la defensa de Assange es una carpeta denominada América del Norte/USA/CIA/Romeo/Brasil/Argentina/marzo 2018/Venegas Chamorro/Viaje en la que se recogen los detalles de los encuentros de Correa (al que apodaban Romeo) con varios expresidentes de América Latina, según la documentación a la que ha tenido acceso El País. La referencia a Venegas Chamorro corresponde a Amauri Chamorro Venegas, que en aquel momento era el jefe de prensa del expresidente de Ecuador. En aquel viaje, que tuvo lugar entre el 18 y el 24 de marzo de 2018, Correa fue acompañado por trabajadores de UC Global, SL que ejercían como sus escoltas. El Servicio de Protección de la Presidencia estaba obligado a dar cobertura de seguridad a los expresidentes y contrató los servicios de la empresa jerezana, que ya había trabajado para su embajada en la capital británica.
La investigación judicial ha descubierto que, además de los informes redactados sobre este viaje, Morales redactó otros en inglés sobre las reuniones privadas de Correa en su domicilio de Bruselas, ciudad en la que se instaló tras dejar la presidencia. El expresidente de Ecuador canceló su relación, en mayo de 2019, con UC Global, SL cuando alguno de sus escoltas le confesó que el exmilitar español y dueño de la compañía les había pedido que redactaran informes sobre sus reuniones y actividades personales y políticas.
El 17 de noviembre de 2017, Morales redactó en inglés un informe titulado Brussels Meetings (reuniones en Bruselas) en el que se describía las reuniones y conversaciones mantenidas por el entonces expresidente en su domicilio. En el mismo se detallan los números de serie de sus dispositivos electrónicos iPad y ordenador portátil (PC). A preguntas de los abogados de Assange sobre por qué ese y otros correos los redactaba en inglés, el antiguo infante de la Marina respondió al juez que instruye el caso que pretendía “mejorar el inglés de sus trabajadores”. Entre el material incautado en la sede de UC Global, SL en Jerez de la Frontera (Cádiz) figuran, también, videos del expresidente durante reuniones con terceras personas.
La investigación judicial apunta a que el dueño de UC Global, SL jugaba a varias bandas y ofrecía la información al mejor postor. Los nuevos hallazgos demuestran que también incluyó entre sus clientes al Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), sucesor y adversario político de Correa.
Cuando el nuevo Ejecutivo ecuatoriano le canceló el contrato de seguridad de la Embajada de Ecuador en Londres, donde residía Assange, Morales se sintió traicionado y confesó a la gerente de UC Global, SL en Ecuador que había estado entregando la información privada de Correa a su enemigo político. “El que va a ir a hablar con el presidente soy yo (…). Me he jugado el puesto por ellos (…). Me han filtrado hasta las cosas que les he pasado de Correa (…). Que se creen que estoy jugando”, señalan correos intervenidos por la investigación. En su ordenador se ha encontrado una carpeta Dropbox llamada Presidencia. Documentos para entregar a Presidencia, supuestamente la de Ecuador. Correa ha presentado una querella contra Morales que ha sido admitida a trámite en la Audiencia Nacional.
En un pendrive DK 4GB de Morales que se encontraba escondido en la caja fuerte de la sede de la empresa, en Jerez de la Frontera, han aparecido en el nuevo volcado imágenes de contenido íntimo de un miembro de la carrera diplomática de Ecuador destinado en la Embajada de Ecuador en Londres. Pese a su importancia incriminatoria, este material no figuraba entre el entregado por la policía al juez Pedraz durante el primer volcado.
Uno de los tres testigos protegidos que han declarado en la querella de Assange contra el dueño de la compañía aportó al juez un informe con fotografías íntimas de este diplomático. Las fotografías provenían del disco duro privado de esta persona, que fue copiado una noche por uno de los trabajadores de UC Global, SL. El informe con este material íntimo fue entregado por Morales en Quito a Bolívar Garcés, director del Senain, servicio secreto de Ecuador, cuando le comunicaron que iban a cancelar su contrato de seguridad en la embajada londinense. De las conversaciones por WhatsApp entre el exmilitar y sus trabajadores se deduce que intentó utilizar las fotografías como chantaje para no perder el contrato que finalmente fue otorgado a una empresa ecuatoriana. “Quiero utilizar las imágenes (…). Para colgarlas”. “Por cierto (…), ¿tenéis el informe que se hizo de ella (…), creo que lo destruisteis (…), no?”, afirma en un correo. Morales ha justificado tener en su poder esas imágenes con un hallazgo casual durante un “análisis de seguridad” del ordenador de la persona afectada y que al ver su contenido decidió contárselo al director del Senain.
El miembro de la carrera diplomática que aparece en las imágenes se ha querellado contra Morales y ha declarado que el material estaba en un disco duro que dejó en su despacho en la embajada y que ese material lo había borrado. “Yo lo borré hace muchísimos años. Estaba en un disco externo; lo tenía en mi casa, el disco lo trasladé a mi oficina en la embajada un par de días porque tenía que grabar algunas cosas”, ha declarado la víctima. Esta sospecha que los investigados lograron rescatar los archivos borrados. En su declaración judicial, el denunciante afirma que fue informado por el propio director del servicio de Inteligencia de Ecuador de la aparición del material y que este le aseguró que Morales trató de extorsionarle con un informe cuando le comunicaron que finalizaba su contrato. El presunto intento de extorsión fue “no solamente al coronel Garcés, también al general que estaba a cargo del Senain; también a funcionarios, al viceministro de Relaciones Exteriores en mi ministerio, en mi trabajo, en la cancillería”, afirma la víctima.
Por José María Irujo
Texto original publicado en El País
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos
Oratorio de Noël, la obra coral se presenta en la Universidad Andina Simón Bolívar