La relación de ensueño que alguna vez cautivó al mundo entero parece haber llegado a su fin. Ahora, cinco años después de su boda, Meghan Markle y el príncipe Harry están envueltos en un torbellino de demandas y disputas que amenazan con destrozar lo poco que queda de su relación. Sin embargo, Harry nunca imaginó que Meghan llegaría tan lejos al presentar una demanda económica de 80 millones de dólares como condición para firmar los documentos de divorcio y asegurarse la custodia exclusiva de sus hijos, Archie y Lilibet Diana. La exactriz de Suits parece no tener límites en su búsqueda de riqueza y fama, incluso a expensas de destrozar su matrimonio con el príncipe Harry y llevarlo a la bancarrota.
La impactante petición de la duquesa de Sussex ha provocado una gran agitación mediática. ¿Está Meghan totalmente decidida a despojar a Harry de su riqueza y negarle la custodia de sus propios hijos? Todo indica que sí. La exactriz estadounidense ha dejado claro que no está dispuesta a renunciar a su vida de lujo y a su estatus como celebridad en Estados Unidos, y está dispuesta a hacer lo que sea necesario para mantenerse en la cima.
Rumores de ruptura en su aniversario de bodas
El aniversario de bodas número cinco de Meghan y Harry pasó desapercibido recientemente, lo que ha generado especulaciones sobre una posible ruptura en su matrimonio. Además, también se viralizó un vídeo en el que Meghan le hace una ‘cobra’ a Harry durante la sección de ‘Kiss Cam’ en un partido de la NBA. De hecho, según el reconocido periodista y biógrafo real, Tom Bower, la pareja ha tomado medidas definitivas hacia su separación. Los rumores sobre su vida separada se han intensificado en las últimas semanas, y varios medios británicos han informado sobre las crecientes tensiones entre ellos. En busca de escapar de los conflictos y la monotonía de su vida familiar, Harry ha reservado una exclusiva habitación en un lujoso hotel de Montecito, California, indefinidamente.
Sin embargo, Meghan no está dispuesta a ceder la custodia de sus hijos y permitir que Harry los lleve de regreso al Reino Unido. Determinada a mantener a sus pequeños consigo en Estados Unidos, la duquesa de Sussex estaría exigiendo una parte considerable de su fortuna conjunta, estimada en 160 millones de dólares, que incluye propiedades y otros activos. Su demanda de 80 millones de dólares es una clara muestra de su determinación por despojar a Harry de su riqueza. Si él se niega a cumplir con sus exigencias, ella no dudará en llevarlo a los tribunales y luchar ferozmente por lo que considera suyo.
La Casa Real Británica interviene para proteger su imagen
Mientras tanto, la Casa Real Británica observa con atención esta situación. Se rumorea que algunos miembros de la Familia Real estarían dispuestos a intervenir y negociar un acuerdo que evite un escándalo público y mantenga una buena imagen para la realeza. La posibilidad de que Harry regrese al Reino Unido sin su exesposa está sobre la mesa, pero queda por ver si la monarquía británica cederá ante las demandas de Meghan Markle o buscará proteger los intereses del hijo pequeño de Carlos III.
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