La celebración del Mundial de Qatar está marcando la agenda de actualidad por su inminente comienzo. En apenas doce días, el 20 de noviembre, echará a rodar el balón en el que es el evento futbolístico más importante que existe.
Sin embargo, alrededor del torneo hay una serie de asuntos extrafutbolísticos que están copando titulares. Por un lado, las restricciones sociales que impone Qatar y que han generado una oleada de protestas y, por otro, la amenaza de un virus que para Occidente es prácticamente desconocido.
Se trata del conocido como ‘virus del camello’, el MERS-CoV, una afección que se transmite por el contacto directo con estos animales cuando están infectados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han detectado un total de 2587 casos desde que se descubrió la enfermedad en 2012 en Arabia Saudí y se ha cobrado la vida de 891 personas, es decir, es letal, según la estadística actual, en el 35% de los contagios conocidos hasta ahora.
En Qatar, país que acoge la gran cita mundialista, el último caso conocido es del pasado mes de mayo cuando se registraron dos contagios con uno de ellos fallecido.
Los casos tienen un nexo en común y es que los infectados con este virus respiratorio tomaron leche de camello o dromedario, lo que derivó en el contagio.
Síntomas y tratamiento
Este coronavirus, nombrado por la OMS oficialmente como síndrome respiratorio de Oriente Medio, presenta los síntomas habituales en una infección de este tipo, similar a la de la Covid19: «Un cuadro típico del MERS consiste en fiebre, tos y dificultad respiratoria», señala el organismo sanitario.
«La neumonía es una manifestación habitual, pero los pacientes con MERS no siempre desarrollan esta afección. También se han notificado síntomas gastrointestinales, como la diarrea», añade la OMS, que alerta de que existen también casos graves de infección que pueden derivar en la muerte.
Quién se puede contagiar con el “virus de camello”
La OMS indica que la población que presenta mayores riesgos ante esta enfermedad es a quienes posean un sistema inmune débil y a la tercera edad.
De igual forma, las personas que tengan condición de base como deficiencia renal, diabetes, cáncer, entre otras, son más susceptibles a sufrir los síntomas más graves del virus.
El MERS-Cov no cuenta con un tratamiento específico, ni existen vacunas que lo contrarresten, por lo que se recomienda evitar el contacto con los dromedarios o lavarse las manos constantemente, no beber su leche u orina y no comer su carne sin haberla cocinado apropiadamente.
Afortunadamente, es poco común que el virus del camello se transmita de persona a persona y estos contagios se registran solo entre las personas que viven juntas.
¿Cómo prevenirlo?
En cuanto a la forma de prevenirlo, el estamento reitera la importancia de lavarse con frecuencia las manos al ponerse en contacto con animales: «Como precaución general, toda persona que visite granjas, mercados, establos u otros lugares donde haya dromedarios y otros animales debe adoptar medidas de higiene generales, como lavarse las manos con frecuencia, antes y después de tocar a los animales, y evitar el contacto con animales enfermos».
Sobre el tratamiento en caso de infección, hay que tener en cuenta que no hay vacuna específica para el MERS-CoV, sólo en fase de desarrollo, por lo que se aborda la enfermedad con «tratamiento de apoyo en función del estado de cada paciente».
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