No es mentira que los alimentos que comemos y sus cantidades tienen gran influencia en nuestra salud. Sin embargo, son muchas las personas que corren el riesgo de obsesionarse con todo tipo de dietas y restricciones alimentarias.
A este trastorno de conducta alimentaria se le llama ortorexia y consiste en la obsesión por la comida sana. Las personas que sufren esta patología se sienten obligadas a seguir una dieta restrictiva que puede llegar a excluir la carne, las grasas, los alimentos sin etiquetado ecológico, los aditivos y, a largo plazo, podría acarrear carencias nutricionales y alterar la salud mental.
Etimológicamente, el término ortorexia procede del griego orthos (correcto o adecuado) y orexia (alimentación). Fue introducido por el Doctor Steven Bratman a principios del presente siglo, aunque todavía hoy no consta en los manuales diagnósticos oficiales como un trastorno de la conducta alimentaria.
Según un artículo publicado por la BBCMundo, quienes sufren esta condición se muestran intensamente atribulados por comer sano. Por ello, dedican mucho tiempo a informarse sobre las propiedades y elaboración de los alimentos. A partir de sus pesquisas realizan cambios dramáticos en su dieta con el fin de ajustarla a lo que estiman apropiado. El problema reside en que sus elecciones no siempre coinciden con la evidencia científica.
Las consecuencias más evidentes de esta condición repercuten sobre el estado físico. Muchos estudios subrayan el riesgo acentuado de desnutrición, de anemia y de carencia de oligoelementos. También de otras condiciones de orden metabólico (como la osteoporosis). Todas ellas requieren tratamiento especializado y pueden derivar en complicaciones médicas.
A nivel psicopatológico, los expertos destacan síntomas depresivos y ansiosos. Sin olvidar una elevada prevalencia del trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con la alimentación. De hecho, este último coincide parcialmente en su expresión clínica con la ortorexia (inflexibilidad, rituales conductuales).
El tratamiento de las personas que sufren ortorexia se basa en la terapia psicológica y la terapia farmacológica, dependiendo de cada caso. De ahí que se apoye fundamentalmente en la psicoterapia. De acuerdo con los especialistas, los resultados dependerán de las consecuencias afectivas o de ansiedad que tenga el afectado.
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