LOADING

Type to search

Cuidar la salud mental: ‘Si no estás bien, no estás para nadie’

sábado, octubre 22, 2022
El pilar básico para cuidar nuestro bienestar emocional está en nuestras manos (y no en las de los demás). Por eso insisten tanto en ello los psicólogos
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

Afortunadamente, en 2022, somos conscientes de la importancia que tiene cuidar nuestra salud mental. Eso no quiere decir que siempre lo llevemos a la práctica, pero es evidente que ha calado un mensaje ultranecesario: “No hay salud sin salud mental”. Sabemos que cultivar, trabajar y cuidar el bienestar emocional es tan importante como cuidar lo que comemos porque de ello dependerán, entre otras cosas, que sepamos manejar el estrés diario, las adversidades y la toma de decisiones. No siempre es fácil –y elaborar una lista de recomendaciones para cuidarla sería reducir a la mínima expresión un campo extenso y complejo–, pero si algo he aprendido siempre que ha hablado con un psicólogo o experto en bienestar es que el cuidado de nuestras emociones está en nuestras manos y no en la de los demás. De hecho, pensar que son los demás los que tienen que cuidar nuestro bienestar es un error que nos lleva a un círculo de exigencias que no nos beneficia ni a nosotros ni a las relaciones que mantenemos.

“Si queremos aportar valor y amor en nuestro entorno, necesitamos empezar por nosotros. Si no estás bien, no puedes estar para nadie”, nos contaba la coach Ixi Ávila cuando hablábamos con ella sobre la importancia de priorizar nuestras necesidades. “Yo podré ayudar en la medida de cómo me encuentre. Si no estoy bien, no tengo nada para dar. Todo empieza en mí. No es un planteamiento egoísta sino realista”, añade la psicóloga Sara Noheda en referencia a la importancia de priorizar el autocuidado en todos los sentidos. Por tanto, para empezar a cuidar la salud mental hay que entender que la clave está en nosotros principalmente y no en los demás. Evidentemente, cultivar las relaciones sociales y rodearse de personas que nos suman, ayuda –la autoestima también se trabaja en equipo–, pero para lograr un cambio es necesario empezar por uno mismo. Somos parte activa de lo que nos sucede en la vida y, por tanto, nuestro bienestar está sobre todo en nuestra mano.

#1. La forma en la que vemos la vida la elegimos nosotros
Muchas de las cosas que suceden en nuestra vida no podemos elegirlas, pero otras muchas sí. Y precisamente la forma en la que vivimos lo que nos sucede es una de esas cosas que está bajo nuestro control. “Si tenemos una actitud positiva frente a la vida y los problemas que en ella podemos encontrar, nuestra salud física y mental será mejor que si vemos todo bajo la influencia de las gafas negras del negativismo y derrotismo. Una persona con optimismo y positividad es capaz de encontrar más soluciones y alternativas ante un mismo problema, de tomar decisiones más rápidas y más acertadas, lo que influirá en alcanzar mayor número de logros y metas”, afirma la psicóloga Blanca Tejero Claver. Conclusión: podemos entrenar la positividad, aunque cueste. “El cambio es costoso porque nuestra mente está acostumbrada a pensar y mirar de una determinada manera totalmente diferente a lo que se desea. Nosotros decidimos qué actitud queremos tener ante la vida”, añade la experta.

#2. Podemos gestionar nuestras emociones
Tal y como apunta la psicóloga Pilar Guerra Escudero podemos elegir la forma de reaccionar ante las situaciones. “El ser humano a veces cree que no puede elegir y que las reacciones son imposibles de gestionar porque salen al exterior de manera demasiado automática. Esto no es así. Las emociones no son dueñas de nosotros, no son fantasmas que se apoderan de nuestra voluntad, sino que es el propio individuo el que decide gestionarlas o no”, afirma.

#3. La importancia de no intentar cambiar a los demás
Es fácil culpar a los demás de nuestro malestar, pero la realidad es que no nos beneficia. De hecho, uno de los grandes errores que cometemos y que nos impiden ser más felices es intentar cambiar a las personas que nos rodean. Basar nuestro bienestar en los comportamientos ajenos puede llegar a ser muy frustrante y negativo. “Un nivel de dependencia extremo al otro puede hacer que nuestra vida gire en torno a la vida de los demás, por lo que la posibilidad de enfados y desencuentros nos acercan a la tendencia a encontrarnos con una base de susceptibilidad importante que nos lleve al reproche de todo aquello que no nos gusta de los demás”, afirma la psicóloga Pilar Guerra Escudero. A lo que la coach Zeneida Bernabé añade: “Si pensamos que alguien ‘no debería mentir’ o que ‘ojalá no hubiese mentido’, en ese momento no acepto a esa persona, la quiero cambiar. Y no está en mi mano cambiar su actitud. Eso depende de ella solamente: puedo pedirle que no lo haga y eso no es garantía de que no vuelva a suceder. Me siento una víctima y esa persona es la culpable de mi malestar. En cambio si me digo ‘Ella ha mentido. ¿Qué puedo hacer ahora?’, esto me da más poder. Está en mi ámbito de actuación, ahora me ocupo de mi malestar desde una posición en la que no sufro y no pierdo energía”.

#4. No debemos exigir a los demás nuestro cuidado
Muchas veces exigimos que los demás valoren cosas de nosotros mismos que no valoramos o que nos cuiden cuando no somos capaces de practicar el autocuidado. Es otro gran error que repercute en nuestro bienestar y en la llamada sobrecarga mental. Se trata de respetar nuestras necesidades y sentimientos, aunque los demás no lo hagan. Si no lo hacemos, afirma la psicóloga Isabel Reoyo, desconectamos de nosotros mismos, aprendemos a silenciar lo que sentimos y no tendremos la oportunidad de autocuidarnos. “Y lo que ocurre al decir tanto sí a otros es que acabamos diciéndonos que no a nosotros”, añade. La coach Mónica García incide en que si no nos cuidamos, es muy probable que demos por sentado que las personas queridas deberían hacerlo por nosotros. “Utilizamos entonces la queja como forma de provocar que desde fuera nos den el permiso para cuidarnos o descansar, que vean que también necesitamos cuidados y atención. La ‘rogamos’ porque hemos dejado que sea función de los demás cuidarnos. Puede incluso ocurrir que empecemos a pensar que nadie piensa en nosotros, cuando el verdadero problema está en que es uno mismo el que ha dejado de priorizar su propio bienestar”.

#5. Centrarse en lo que Sí podemos hacer
Reforzar nuestro centro de gravedad para cuidar la salud mental implica también reducir los pensamientos tóxicos, el sentimiento de culpabilidad y el overthinking que nos lleva a compararnos con los demás y a culparnos por todo. La psicóloga Ana Gutiérrez Laso insiste en la importancia de centrarnos en lo que depende de nosotros, en lo que está en nuestra mano. “Hazlo así en vez de agobiarte por lo que depende de otros y no puedes controlar. Pregúntate qué puedes cambiar de esta situación, valora tus opciones, escoge la que creas mejor y pasa a la acción. No minusvalores la importancia de lo pequeño que tú puedes hacer: recuerda que si todos hacemos algo pequeño lograremos juntos algo grande. Y si no puedes hacer nada, no pierdas la calma porque eso sería hacer algo que no te conviene: empeorar las cosas”, concluye la experta.

Texto original publicado en Revista VOGUE

https://www.vogue.es/belleza/articulos/cuidar-salud-mental-consejos-psicologos-empezar-por-uno-mismo

 

Tags:
Ahora puedes recibir notificaciones de Dialoguemos. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.

 

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!

 

 

Temas relacionados

Deja un comentario

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com