Un manantial frío en Panamá, un país alejado de cualquier volcán activo, no debería mostrar fuertes signos de fuentes volcánicas profundas. No obstante, científicos han hallado rocas en Panamá que muestran signos de intensa actividad volcánica, lo que ha causado confusión entre científicos, quienes han tratado de descubrir su origen durante décadas. Ahora, un nuevo estudio publicado recientemente en PNAS podría haber resulto el misterio.
En lo que constituye un fenómeno geológico hasta ahora desconocido por la ciencia, los investigadores creen que la presencia de las rocas del manto terrestre, que se encuentran a más de 1.609 kilómetros de su lugar de origen, podría deberse a un pasaje geológico bajo Panamá.
La abertura, situada a unos 100 km por debajo de la superficie de la Tierra, podría permitir que un flujo de materiales del manto viaje por la mitad occidental del país desde debajo de las Islas Galápagos hasta Costa Rica. En otras palabras, estas rocas habrían sido arrastradas por el “viento del manto” a través de una especie de ‘pasaje subterráneo’.
Firmas exóticas
Los autores del estudio llegaron a sus conclusiones tras analizar la composición de las muestras de piedra recuperadas en el centro de Panamá, las cuales presentaban una firma química correspondiente a la de la pluma del manto procedente de las Galápagos.
“Las distintas fuentes de material geológico suelen tener composiciones diferentes, por lo que podemos rastrear la contribución de las distintas regiones del manto”, explicó el autor del estudio David Bekaert a Live Science. “Descubrimos que, en lugares concretos de Centroamérica, concretamente en el oeste de Panamá y detrás del arco volcánico de Costa Rica, tenemos algunas firmas exóticas [de geoquímica] que realmente se parecen a lo que hay en las Islas Galápagos”, agregó.
El magma ascendente puede fluir lateralmente
El descubrimiento podría transformar los conocimientos actuales de los científicos sobre los procesos geológicos que tienen sitio bajo la superficie de la Tierra, ya que sugiere que los puntos calientes, como los que formaron las Galápagos y las islas de Hawái, no están fijos en su sitio, según informó Cornell Chronicle. En lugar de ir directamente a la superficie, el magma ascendente puede fluir lateralmente a través de las partes superiores del manto terrestre y transportar material mucho más lejos.
“Se puede imaginar que el manto es como un océano con diferentes corrientes”, dijo el coator del estudio Esteban Gaze a Cornell Chronicle.
Aunque los investigadores habían sospechado que esto era posible, este trabajo presenta pruebas sólidas que conectan la huella geoquímica de la pluma de las Galápagos con los materiales del manto bajo Panamá y Costa Rica, documentando el curso de una pluma del manto que fluye lateralmente a través de las partes superiores de la Tierra.
“Existen estas corrientes increíblemente profundas que suben desde el límite entre el núcleo y el manto de la Tierra”, dijo Gazel, “y forman volcanes e islas oceánicas como Hawái y las Galápagos. Demostramos que una vez que este material llega al manto superior, puede extenderse e impactar en un área mucho mayor de lo que se pensaba”.
El descubrimiento podría transformar los conocimientos actuales de los científicos sobre los procesos geológicos que tienen lugar bajo la superficie de la Tierra
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