Cada vez son más los estudios que demuestran lo sumamente importante que es la música en el desarrollo integral de los niños, ya que favorece en muchos aspectos al desarrollo cognitivo, las habilidades del lenguaje y las habilidades sociales, es decir, proporciona muchas ventajas en conjunto.
La música es inclusiva porque une a todos los seres humanos y responde a cada uno de diferente forma, sobre todo cuando existe alguna necesidad educativa especial.
Los expertos señalan que la música es integradora y favorece a que quienes la escuchen, disfruten y tengan un momento que les permita identificarse con otra personas, no solo al escucharla, sino también al relacionarse con los instrumentos musicales, los ritmos, las voces.
Conociendo todas estas ventajas que ofrece la música la Universidad de Oviedo, a través del departamento de Historia del Arte y Musicología, coordinará el proyecto ‘Erasmus+ Opera and Early Childhood Education: Building European Awareness through Music in Pandemia Times’, que busca lograr la inclusión social durante la pandemia a través de la ópera.
Este proyecto pretende mejorar el desarrollo de las competencias musicales, cognitivas, psicomotoras, lingüísticas y emocionales de los niños y las niñas dentro de la comunidad europea.. De esta manera se evidencia cómo la música los conecta y las personas que están a su alrededor la comienzan a apreciar.
Al interior de las escuelas no están muy instauradas las clases de música, porque son muy pocas las horas las que se imparte, por ello los padres tienen la opción de las clases extra-curriculares donde encuentran un sinnúmero de ofertas. Desde la estimulación musical cuando son muy pequeños o el aprendizaje de algún instrumento musical en específico como el piano, la guitarra o el violín.
En preescolar se aprovecha mucho la música y acompaña a los niños en el transcurso de la jornada escolar, pero en primaria y secundaria empiezan a limitarse estas horas. No es que no les dan importancia pero se la toma como una materia extra, y lo que realmente debería hacer es atravesar todo el proceso educativo.
Si se busca aprender o especializarse en un determinado instrumento, en una ópera o en canto se puede aprender en un conservatorio, pero dentro de la escuela todos pueden producir música o ayudar a los niños a apreciar una buena canción.
Todo dependerá de la motivación que tenga el docente para enseñar en clase.
Todos los padres tienen un deseo innato de que su hijo disfrute de la misma clase de música que ellos; sin embargo, no se puede imponer los gustos musicales a los hijos, señalan los expertos en el área.
El método Suzuki, desarrollado por el violinista y educador Shinichi Suzuki en la década de 1940, se basó en la teoría de que, si todos los niños son capaces de aprender su lengua materna, también pueden aprender el lenguaje de la música y desarrollar capacidades como la de tocar un instrumento musical. De esta forma, los niños aprenden música de oído, escuchando e imitando, de un modo natural y en un ambiente positivo, a través de juegos, canciones y estímulos que ellos aceptan sin esfuerzo, mientras se divierten. El propósito del método es incentivar el amor de los niños por la música, nutrir su talento y desarrollar su concentración, memoria, disciplina, coordinación y autoestima.
Ese método indica que no importa si al padre le gusta un instrumento y al niño no, pero que ambos deberían aprender a tocar uno al mismo tiempo y a partir de eso inculcar al niño esta enseñanza y hacerla parte de su rutina. Esto nace desde casa, por ello es muy importante que la familia sea consciente de los diferentes gustos musicales. Este método favorece la enseñanza de padres y niños y fortalece sus vínculos familiares.
Lo que sí está claro es que nadie puede decir qué es música y qué no; y eso aplica también a qué es arte y qué no. En ese aspecto lo que hay que inculcar es el apreciar las cosas buenas, los sonidos, los ritmos y las voces, y a partir de ahí instaurar sus propios gustos musicales conociendo previamente los diferentes géneros.
Es importante que los padres identifiquen en sus hijos, la inclinación que tienen hacia diferentes géneros o cosas. Un claro ejemplo es la ópera, un género que pocos niños conocen, por ello se decidió colgar ese programa y ser conscientes de su importancia, que se ha perdido a lo largo de la historia.
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