Hay pocas cosas más apetecibles que un helado. No solo suele estar rico, sino que ayuda a combatir los insoportables momentos de calor. Pero, nos encontramos ante un alimento con mucho potencial para ser poco sano: procesados, azúcares, grasas… aunque de vez en cuando podemos darnos un capricho, es mejor buscar qué opción es la más saludable.
Aunque los helados más saludables siempre van a ser los que hagamos nosotros en casa, pues podemos utilizar ingredientes de calidad y no llevaran aditivos, explica la nutricionista María Eugenia Fernández que lo más importante si los compramos fuera es «mirar la lista de ingredientes, que debe ser lo más corta posible». «Los helados cremosos de fruta serían para mí los ideales.
Los de hielo son menos calóricos, pero también más pobres nutricionalmente», asegura la profesional. Otra opción interesante puede ser elegir un helado a base de yogur. «Este aporta más grasas y proteínas de calidad, mejor digestibilidad y más vitamina D, calcio y fósforo», explica.
Si vamos a comprar un helado, por ejemplo en el supermercado, es relevante que nos fijemos en algunas cosas de su etiqueta. Comenta María Eugenia Fernández que lo más valioso es, por un lado, tener en cuenta que los ingredientes aparecen de mayor a menos cantidad ordenados, y que la calidad de los ingredientes es lo que determina la calidad del producto. «Respecto a las grasas, es más fundamental la calidad (origen de la grasa) que la cantidad. Hay que evitar aquellos alimentos con grasas refinadas o hidrogenadas en su composición», apunta la nutricionista.
Por otro lado, explica que los ingredientes a evitar son los saborizantes artificiales, colorantes y conservantes (los famosos E-…), y además: glucosa, jarabe de glucosa y dextrosa.
Una duda que puede aparecer es cómo elegir el mejor helado si hablamos de aquellos de heladería. María Eugenia Fernández deja varios consejos básicos para llevarnos el mejor, el primero, que los más baratos no suelen ir asociados con calidad. «Es importante elegir sabores reconocibles, huir de los sabores que no recuerdan a alimentos reales, y evitar los de colores chillones», explica y añade que, si no se repone el helado que se acaba en pleno horario comercial, es un buen indicador, pues significa que son artesanos y con una producción limitada.
Por último, la nutricionista da las pautas para preparar helados en casa y hacerlos, no solo a nuestro gusto, sino saludables. Comenta que, para conseguirlo, lo más considerable son los ingredientes.
Para la base, su recomendación es elegir un yogur vegetal o cremoso, (tipo griego, de oveja o cabra). También, anima a añadir frutas tanto para dar sabor como endulzar. «Lo ideal es que sea de temporada, como sandía, arándanos, moras o higos, aunque también podemos decantarnos por otras más ‘clásicas’ como el plátano», explica. Para la cobertura del helado, la recomendación es la siguiente: utilizar cacao del 72% y aceite de coco para derretir el chocolate y, una vez lo tomemos, no se derrita en las manos, sino que se quede duro. Por último, si queremos añadir un topping, lo ideal es usar avellanas o almendras laminadas.
Contenido original, ABC
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