Para hacer frente al cambio climático será fundamental la actuación de los líderes mundiales.
Y para ello desde el 31 de octubre al 12 de noviembre está teniendo lugar en Glasgow, Escocia, la COP26, la 26ª conferencia de los 191 países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), donde se negocian acuerdos de cooperación internacional.
Millones de vidas podrían depender de esas decisiones a gran escala, pero como individuos también podemos poner nuestro granito de arena.
¿Cómo puedes contribuir tú en tu casa y qué cambios podrían tener el mayor impacto?
Hoy te contamos varias acciones que puedes tener en cuenta en tu día a día para ayudar a mitigar el cambio climático y sus devastadores efectos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura y la ganadería generan un 20% de las emisiones de efecto invernadero, una tendencia que se espera que aumente en las próximas décadas si no se toman medidas y que es gravemente perjudicial para el medio ambiente. De hecho, su impacto solo lo supera el sector energético con un 47% de las emisiones. Así, comer menos carne es una buena actuación para ayudar a la naturaleza.
Como explica el ambientólogo Diego Sánchez a RTVE.es, “el mar es uno de los principales almacenamientos de CO₂”. “Es muy necesario, aunque se tiene muchísimo menos en cuenta que cualquier otro ecosistema terrestre porque no se ve de manera tan fácil”, añade. No obstante, nuestras acciones habituales lo dañan enormemente. Por ejemplo, coger conchas de la orilla puede hacer que la regeneración de las playas sea más lenta, según apunta Pérez.
Los plásticos amenazan con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los mares, donde perjudican seriamente la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies. De acuerdo con Greenpeace, cada año llega a mares y océanos el equivalente en basura hasta 1.200 veces el peso de la Torre Eiffel. Además, una sola botella de plástico tarda unos 500 años en descomponerse.
Entre las propuestas para revertir esta tendencia se incluye cambiar las bolsas de plástico por otras reutilizables, carros o cestas y evitar comprar alimentos con excesivo envoltorio, apostando por la comida a granel. Estos plásticos de un solo uso como vasos, botellas y bolsas son “un problema importante”: “Un vaso de plástico, por su peso, puede llegar a una zona natural”, sugiere Pérez. Por este motivo es una buena idea sustituir los cosmésticos que tienen en su composición microesferas de plástico por otros con componentes naturales como la arcilla.
Con el aumento del precio de la luz, son muchos los consejos que se han ofrecido para conseguir ahorrar a final de mes en la factura, pero lo cierto es que esta actitud también puede ayudar al medio ambiente. “Si tú consumes menos, las empresas tienen que producir menos y se contaminaría menos”, explica a RTVE.es el ambientólogo Francisco Pérez. Además, “si ahorramos energía, le damos un poco de margen a las empresas de energía renovable para que se introduzcan en el mercado”.
Aparte de consumir menos energía con actos como desconectar los electrodomésticos cuando no se usan y mejorar el aislamiento de ventanas, paredes y techos, optar por la energía renovable es una buena forma de ayudar al medioambiente. “A corto plazo la gente no ve factible instalar energía renovable, pero a largo plazo lo es”, tanto a nivel empresarial “como individual”, sugiere por su parte Sánchez. Además, tener en cuenta la eficiencia energética de una vivienda antes de adquirirla puede ayudar a rebajar tanto la factura como la emisión de gases.
La forma en la que nos transportamos supone el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según Greenpeace. Entre las medidas para reducir esta cifra se incluyen compartir coche, utilizar el transporte público, usar la bicicleta y apostar por los vehículos eléctricos dejando de lado los diésel o gasolina. “Andar es el más ecológico de todos, pero si tengo que elegir alguno, la bicicleta o los que utilicen electricidad”, resume el divulgador.
Además, optar por el tren en lugar del avión en aquellos viajes en los que sea posible es también importante: “El hecho de transportarnos en avión ya tiene un impacto brutal en la atmósfera. Ya no solo sobre el cambio climático, sino sobre nuestra salud, porque el aire está contaminado”.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Aumento del salario: Cara o cruz
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Debates
Chancay: ventajas y desafíos
Oratorio de Noël, la obra coral se presenta en la Universidad Andina Simón Bolívar