La Fundación ambiental Jocotoco ratificó este lunes la importancia de conectar los bosques en Ecuador tras haber captado la presencia de un oso andino en la reserva de Narupa, situada en la región Amazónica.
Recientemente, las cámaras trampa grabaron al oso andino deambulando dentro de la reserva Narupa, de 1.802 hectáreas y creada en 2006, un bosque siempre verde montano bajo, de clima lluvioso y templado, con rango altitudinal de entre 1.000 y 1.580 metros sobre el nivel del mar.
«Este importante hallazgo confirma la presencia del cachorro de oso que nuestros guardaparques visualizaron a principios de año en las cercanías de la reserva», indicó Jocotoco en un comunicado.
De esta forma -añadió- se corrobora «la importancia de seguir conectando los bosques fragmentados y creando corredores naturales. De manera que podamos resguardar suficientes áreas de bosque para que le brinden un refugio seguro a las especies amenazadas».
Recordó que la población actual del oso andino está en riesgo debido a la perdida de las zonas arbóreas en las que vive y la caza furtiva.
«Sin embargo, este descubrimiento nos da esperanza porque puede representar el regreso de esta especie a las inmediaciones protegidas de la reserva Narupa», indicó.
La reserva adquiere el nombre de Narupa por una especie de palma que se localiza en la provincia oriental de Napo.
Esta reserva se estableció con el objetivo de proteger un remanente extenso de bosque siempre verde montano bajo, puesto que estos bosques se encuentran amenazados por la deforestación con fines agrícolas.
En la reserva se registra la presencia de aves migratorias como la Reinita Cerúlea, la Reinita Collareja y el Zorzal de Swainson. También se encuentran protegidas aves globalmente amenazadas como el Tinamú Negro, Guacamayo Militar, Jacamar Pechicobrizo y Elenita Tropandina.
Varias especies de Tangaras, Mosqueros y Colibríes pueden ser observados en los comederos de aves.
«Una pareja de Halcones Pechinaranja anida por algunos años en un farallón adyacente a la reserva. Este es el único sitio de anidación conocido en Ecuador de esta especie, que también se encuentra en peligro de extinción», según Jocotoco.
La Fundación tiene como objetivo, a largo plazo, ampliar la reserva y establecer una conectividad con el Parque Nacional Sumaco-Napo Galeras y la Reserva Ecológica Antisana, esta última zona donde hay cóndores.
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