El diccionario de la lengua establece que, en las ciudades de Europa del Norte, el burgomaestre es la autoridad a cargo de la ciudad. También dice que es equivalente a Alcalde o Mayor (en inglés) en otros países. Lo que no dice el diccionario es como llega un maestroburdo a ser burgomaestre de una ciudad como Quito.
Amante de las estadísticas para establecer el punto de vista, en el caso de Quito, es sorprendente que con solo el 21% de la votación tengamos el Alcalde que tenemos. Es decir, DOS de cada DIEZ habitantes de la ciudad de San Francisco de Quito votaron por él, para que sea el Alcalde. ¿Sera por eso que estamos así? Que no hace nada para Quito, sino solo para los que le dieron el voto. ¿Será? ¿Y los otros 8 ciudadanos? Somos mayoría que nos pasa, somos mayoría hagamos defender nuestros derechos. Alcemos nuestras voces, hagámoslas sonar fuerte y que nos oigan bien.
Ahora si manos a la obra. Empecemos. ¿Qué obra nueva ha iniciado esta administración? ¿Qué proyecto importante que sea prioritario para la ciudad o para los ciudadanos está en ejecución? ¿Existe un plan de inversiones priorizado sobre las verdaderas necesidades de la ciudad, de los ciudadanos, de la juventud, de los niños? No, ninguno.
El único proyecto importante, el metro heredado de las administraciones anteriores, ya tiene cuatro gerentes que no logran mantenerse en el puesto por alguna razón. ¿No están de acuerdo con el “modelo de gestión”? ¿No están de acuerdo con el reparto? ¿Son honestos y no pueden aceptar lo que les propone el maestroburdo, su hijo, sus emisarios o sus asesores? Tanto problema de los gerentes que nos obliga a ser un poco perspicaces y pensar maliciosamente. Algo debe andar mal, ¿cuáles serán las condiciones para ser parte de la administración? Un filósofo decía que, “El que paga para llegar, llega para robar. Cuando un candidato invierte millones y millones en su campaña. No es un candidato, es un empresario y como empresario cuando sea alcalde, solo pensará en sacar lucro, provecho y en lo que menos pensará… será en la gente” [1]/. Que coincidencia tan fuerte, me impacta el nivel de coincidencia en nuestro caso.
El proyecto de salud, que con atropellos tuvo que ser diseñado y puesto en ejecución, demostró la tesis de Gaviria, lo que menos importó fue la salud de los ciudadanos de Quito. Más bien SU enriquecimiento a base de los trucos tan conocidos en la gestión pública corrupta, fue su objetivo. Si quiere ser parte, tiene que adaptarse a las condiciones. Me vino a la memoria mis días en la gestión pública. Me solicitaron aportar mensualmente unos USD400,00 al partido. Me opuse y solicite que me lo pongan por escrito, indicando la cuenta a la que debería depositar el valor y que me emitieran una factura para poder descargarme de mis impuestos, pues se trataba de una contribución. Intentaron en varias ocasiones; pero, no lo lograron. Claro lograron aceptarme la renuncia a la final. Jajajaja. En serio, me costó el cargo, pero hoy lo veo como le mejor que me pudo pasar y recuerdo con alegría esos momentos. Mi conciencia tranquila, permitiéndome dormir en paz.
No hay un plan serio para la gestión de la movilidad. Existen muchos vehículos circulando, por ello ahora y también por efectos de pandemia, el uso de las motocicletas, bicicletas, scooters, vespas, triciclos motorizados y todo aquello que se pueda mover, ha caotizado la ciudad y ha elevado el nivel de inseguridad. ¿Cuál es la respuesta de la administración de la ciudad al uso alternativo de los medios de movilidad? ¿Están pensando la ciudad de Quito en el 2050? ¿Cuáles son las inversiones necesarias? Es por eso que las calles son un verdadero desastre, huecos por todos lados y cuando los rellenan lo hacen con lluvias y en menos de una semana, puff se fue el asfalto. Ahora sí, se justifica un nuevo gasto. Se contratan a las empresas de los amigos y sigue el despilfarro sin priorización de las verdaderas necesidades y solo se enriquecen los amigos del amigo, del compadre, del pana del volley. Se malgastan los recursos de la ciudad, los recursos de nosotros.
No existe un sistema integral de transporte público masivo, Metro, Trole, Ecovía, Metrobus, alimentadores, buses inmensos que casi todos circulan de norte a sur y pasan por el centro. En fin, un completo desorden. Todos compiten contra todos. No hay manera de exigir mejoras pues las estadísticas de pasajeros servidos por horarios no se elaboran y la información sobre los costos de operación son un completo secreto. La PUCE tiene un programa de maestría en transporte que podría, con un convenio de investigación, armar todo un paquete de información que permitirá en el futuro planificar adecuadamente: el servicio de transporte público masivo de la ciudad; el crecimiento de la demanda; y, las inversiones en infraestructura acorde con la tecnología vigente. Pero quieren cobrar al usuario por kilómetro recorrido y realmente me asombra la ingenuidad. De lo que he leído eso es posible aplicar a los autos en carreteras pues existe forma de, electrónicamente, capturar la placa de vehículo y determinar el ingreso y salida de una carretera. El sistema calcula automáticamente los kilómetros recorridos y, por la tasa fijada, le pasa la cuenta a su tarjeta de crédito registrada. Ya veo a los ciudadanos de Quito con una placa para que se registre la distancia recorrida y tratar de cobrarle.
Una alternativa es diseñar de mejor manera los recorridos del sistema completo de transporte, pues el metro debe entrar en funcionamiento algún día. Evitar largos recorridos de las unidades disminuiría el costo de mantenimiento de las unidades, la sobre carga de trabajo de los conductores, el cansancio de los usuarios y la congestión vehicular. El lugar de que las unidades recorran por ejemplo del Labrador al Recreo (12.3Km en línea recta), se debería construir al menos dos facilidades de intercambio de unidades de forma conjunta con el Metro. Saliendo de El Labrador la primera puede ser a la altura del Ejido, Alameda o Banco Central. La segunda puede ser a la altura la Villaflora, La Magdalena. Y se llega al Recreo. El paso por el centro de Quito debería ser de forma exclusiva en el Metro para evitar la circulación por superficie de los inmensos buses operados por “empresas privadas”. Al usuario se le cobra la tarifa por uso de los sub sistemas Trole, Ecovía y Metro bus al norte y al sur, pero no se cobra el Metro.
De esta manera se disminuye la presión de tráfico en el centro de Quito. Los buses de “empresas privadas” dejan de recorrer la ciudad y circulan por zonas diseñadas sobre la base de la demanda, sirviendo con comodidad y oportunidad a todos los barrios que hoy no tienen un eficiente servicio de transporte público masivo. Se venden tarjetas electrónicas pre-pagadas que registran al usuario al ingreso y salida de las paradas o estaciones de transferencia, evitando así el pago monetario al chofer o su ayudante. De esta manera se generan datos de usuarios, frecuencias, distancias, horarios, unidades en uso, tiempo de recorrido, carga laboral de conductores, operación de las unidades y cruce con las necesidades de mantenimiento. Se crean horarios de circulación y los usuarios pueden confiar en la disponibilidad de esas unidades en capacidad y en tiempo. Esto es mejorar el bienestar de los ciudadanos. Así se retroalimenta al sistema y estará siempre en mejora continua.
Este modelo se replica para los usuarios de Tumbaco, Los Chillos, Mitad del Mundo, LLoa, Machachi y Guayllabamba, que requieren movilizarse a Quito. La ciudad se va extendiendo hacia esos puntos y se debe planificar para servir a futuro. La movilidad analiza aquí es solo un ejemplo de todo lo que se debe hacer por la ciudad. Una ciudad pensada en los 2050 con tecnología moderna.
¿Cuantos otros temas prioritarios se deben incluir en el plan de trabajo de la ciudad? Muchos creo. Uno extremadamente importante es, la salud y la pandemia. Ahora que la Administración del Sr. Presidente Lasso ha llegado a un acuerdo con CNE para utilizar los recintos electorales, como facilidades para su plan de vacunación a 9 millones de ecuatorianos, cabe la pregunta. ¿Qué tiene planificado la Administración de la ciudad para colaborar con ese plan y apoyar la vacunación de los habitantes de Quito? ¿Cómo evitar el contagio y el colapso de los hospitales y clínicas de salud y lo más importante la pérdida de vidas humanas, el resquebrajamiento de las familias y la desatención de los niños?
El cargo de burgomaestre implica gestionar eficientemente la forma de satisfacer las demandas de la ciudad y de los ciudadanos, ahora y en el futuro. Todas estas responsabilidades son parte del trabajo encargado por los electores. A cambio tenemos un maestroburdo que no cuidó de Quito en octubre 2019, que juega volley con sus panas, que tiene a la Fiscalía detrás por la compra de las pruebas Covid-19, que asiste a las reuniones del consejo, escapándose cuando las cosas se ponen, como dicen el adagio popular color de hormiga, que posterga las decisiones que demanda la ciudad, o que anda inaugurando cosillas por allá, cosillas por acá, como todo un figurete, un maestroburdo no un Burgomaestre.
La ciudad se merece dedicación, trabajo responsable, honestidad, planificación, prospectiva. El cargo no es para improvisados. Aprendamos de una vez que necesitamos mejorar el bienestar de todos no de unos pocos aprovechados de la gestión pública, ya basta.
L´Escribidor
[1] / Gaviria Días, Carlos. 1935 – 2015. www.bit.ly/diputadospanama, subida el 7 de marzo de 2018
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Incapacidad instalada
ENTREVISTA: Con mayoría de latinos, Trump derrota identitarismo de Kamala
La Amazonía del Ecuador, el punto clave para estudio de especies forestales CITES
¿Qué factores predominan en la nueva era Trump?
‘Estados Unidos primero’, ¿qué involucra esta premisa con la llegada de Trump?