Somos lo que comemos y también pensamos y actuamos (en parte) en función de lo que comemos. Nuestra alimentación también repercute de manera directa en nuestro rendimiento y en nuestros niveles de concentración en el ámbito laboral. Y no solo porque una dieta equilibrada nos ayude a encontrarnos bien y menos cansadas, sino porque la toma de ciertos alimentos mejora la concentración. Así nos lo ecplica la doctora Paula Rosso, experta en nutrición de Centro Médico Lajo Plaza.
MÁS PESCADO, POR FAVOR
La doctora Rosso nos confirma que los pescados azules como el salmón son ricos en omega y que, por tanto, son buenos para mejorar la concentración. “Sabemos que el Omega 3, sobre todo el DHA, es el que potencia el sistema nervioso central, el EPA también pero por sus propiedades antiinflamatorias”, explica la experta.
ENTRE HORAS: SEMILLAS, FRUTOS SECOS Y FRUTOS ROJOS
Si buscas un snack saludable y bueno para el cerebro, da la bienvenida a las semillas de girasol, a los frutos secos ricos en vitamina E como almendras y avellanas y a los frutos rojos. Y es que la doctora Rosso nos confirma que los alimentos ricos en grasas saludables y vitamina E ayudan a mejorar la memoria y la concentración “al evitar la muerte neuronal”. Por su parte, los frutos rojos son ricos en antioxidantes y, por tanto, mejoran el flujo del sistema nervioso central.
GLUCOSA SÍ, AZÚCAR BLANCO NO
Hay una creencia popular que afirma que el azúcar es un alimento rico para el cerebro. Pero no es del todo cierta, sobre todo si pensamos en azúcar procesado. “La glucosa es la fuente principal de energía del cerebro para funcionar. Pero no es necesaria obtenerla de ni de alimentos procesados, ni de azúcar en sí. Lo ideal es obtenerla de hidratos de carbono como las frutas, verduras, maíz, trigo, patata… Hay una infinidad de alimentos”, explica Rosso.
CAFÉ, ¿SÍ O NO?
Con el café en particular y la cafeína/teína en general, hay que tener cuidado con las dosis para no conseguir precisamente lo contrario. “En ciertas dosis moderada aumenta la concentración. Pero si se sobrepasa el consumo adecuado, puede causar irritabilidad (algo completamente incompatible con la concentración), taquicardia, nerviosismo, hipertensión… Además hay que tener en cuenta la tolerancia que cada persona tenga a la cafeína para establecer ese consumo adecuado”, afirma la doctora Rosso.
BEBIDAS ENERGÉTICAS NO, INFUSIONES SÍ
Creer que una bebida energética puede ser la solución ante un momento de crisis laboral en el que se necesita elevar nuestros niveles de concentración y productividad puede ser contraproducente. “Últimamente la juventud está abusando de las bebidas energéticas, que además de altas concentraciones de cafeína, tiene grandísimas cantidades de azúcar. Un serio problema porque además de tomarla jóvenes que pueden tener menos tolerancia a la cafeína, se suma el abuso, que puede llevar al efecto completamente contrario y no favorecer, ni mucho menos, la concentración. Por supuesto hay que fomentar las infusiones, que son mucho más sanas”, concluye Rosso.
Texto original publicado en la Revista VOGUE
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