El príncipe Felipe murió a los 99 años. Fue el consorte británico con más años de servicio, apoyó a la Reina durante más de medio siglo.
En 1939, cuando Felipe tenía 18 años comenzó a escribirle a su prima tercera de 13 años, la princesa Isabel. Entonces no sabía todo lo que tendría que sacrificar por una vida de servicio.
El duque de Edimburgo siempre se mantuvo al lado de la reina y durante décadas fue un miembro pleno y muy querido de la familia real. Nacido en las familias reales griegas y danesas, Felipe asistió a la Gordonstoun School en Escocia y al Colegio Naval Real de Dartmouth.
Se unió a la Marina Real Británica en 1939 a la edad de 18 años y sirvió en las flotas del Mediterráneo y el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
Su primer sacrificio se produjo cuando el rey Jorge VI le concedió el permiso para casarse con Isabel.
Antes de anunciar su compromiso de manera oficial en julio de 1947, Felipe tuvo que abandonar sus títulos reales griegos y daneses como miembro de la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg- Glücksburg-Beck y adoptó el apellido Mountbatten.
La muerte repentina de Jorge VI implicó que Isabel se convirtiera en monarca en 1952, lo que obligó a Felipe a realizar otro sacrificio mucho antes de lo que ambos habían previsto.
Cuando Isabel ascendió al trono, Felipe dejó el servicio militar activo tras haber alcanzado el rango de comandante, renunciando efectivamente a una prometedora carrera naval que podría haberlo convertido en el Primer Lord del Mar.
Algunos han especulado que Felipe esperaba pasar más tiempo como militar antes de asentarse al lado de la Reina y convertirse en “el inaugurador de placas con más experiencia del mundo”, según sus propias palabras.
El comentarista del Palacio de Buckingham, Richard Fitzwilliam, dijo en el 70 aniversario de la pareja: “Felipe habría preferido una carrera naval a tener un papel secundario”.
The Crown, la popular serie de Netflix, destacó el hecho de que sacrificara sus ambiciones para servir a la reina y a su país.Principe
El creador de la serie, Peter Morgan, afirmó: “Creo que Felipe había calculado que disfrutaría de 20 años de vida matrimonial antes de tener que encargarse de este terrible negocio de la corona”.
“Se vio obligado a abandonar su carrera y convertirse, por así decirlo, en su consorte. Y eso provocó todo tipo de tensiones, tanto en él como en su matrimonio”.
Desde entonces, la vida de Felipe transcurrió al lado de su esposa.
En 2009 se convirtió en el consorte británico con más años de servicio, un título que antes ostentaba la consorte de Jorge III, la reina Carlota.
Hasta el día en que se retiró de la agenda pública, en el verano de 2017, a la edad de 96 años, Felipe había dedicado varias décadas de su vida a apoyar a la Reina en misiones caritativas.
Además de fundar el programa Premio Duque de Edimburgo en 1956, fue patrocinador o presidente de unas 800 organizaciones y al jubilarse había participado en22 191 compromisos en solitario y había pronunciado 5 493 discursos en casi siete décadas.
La devoción por su esposa también fue evidente durante su retiro. Cuando irrumpió la pandemia de coronavirus se mudó de Wood Farm, su casa de Sandringham, al Castillo de Windsor.
Pasaron muchos meses juntos, probablemente el tiempo más largo que compartieron desde los primeros días de su matrimonio, pues ambos se protegieron para evitar el riesgo de contraer el Covid-19. Incluso agregó un compromiso adicional a su lista, ya que apareció en el Castillo de Windsor en una ceremonia de transferencia de roles del Coronel en Jefe de Los Rifles, en julio de 2020.
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