Ante el anuncio del Ministerio de Educación de que los docentes públicos acudirán de manera presencial a las instituciones educativas a partir de enero del 2021, los gremios de maestros manifestaron su preocupación por las condiciones en que se produciría ese retorno. Hoy, la Red de Maestros exigió al Ministerio de Educación que informe sobre las medidas adoptadas y la dotación de recursos a cada institución educativa para proteger a los docentes frente al peligro de contagio de covid-19.
“No estamos opuestos a atender a los estudiantes, eso no lo hemos hecho ni lo haremos nunca. Pero sí exigimos que el Gobierno nos brinde las garantías”, dijo la subcoordinadora nacional del gremio, Nelly Miño. Entre ellas, dijo, piden que no se pretenda que los profesores acudan a los planteles para realizar actividades como la limpieza de baños.
Las instituciones educativas, señaló, “están medio año abandonadas, sin personal de servicio. No es porque alumnos y profesores no acuden, es porque no existe personal de limpieza en muchos colegios”.
El gremio pide que se apliquen pruebas para covid-19 a todos los que retornen a los colegios. También que se dote a los planteles de insumos. “No es solo alcohol o un poco de cloro sino todas las medidas de bioseguridad. Se debería impartir desde termómetros, todo lo necesario para garantizar que la salud del docente no se vea vulnerada”.
El Ministerio de Educación señaló el jueves 3 de diciembre que se mantendrán en teletrabajo los servidores vulnerables y que se ubiquen en grupos de atención prioritaria.
Los directivos de cada plantel, dispuso la Cartera, deberán realizar, hasta el 18 de diciembre del 2020, una planificación de retorno al trabajo presencial de docentes que garantice el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, aforo y distanciamiento social. “La planificación de retorno al trabajo presencial podrá contemplar turnos de asistencia para que los maestros continúen con el acompañamiento a los estudiantes y las herramientas educativas y de apoyo con el fin de fortalecer el trabajo psicoemocional, el proceso de enseñanza aprendizaje y la permanencia escolar”, dice el comunicado del Ministerio.
Para Miño, además de exponer a los docentes se estaría arriesgando a familiares vulnerables, con los que muchos viven. “Es una cadena. Tenga la certeza de que acudirán los padres de familia y habrá un descontento si en la puerta está alguien diciéndoles que no pueden pasar. Si el padre nota que los docentes estamos en los planteles, acudirán también para hablar sobre sus hijos. Será una cadena de contagios sin los cuidados”.
La llamada Nueva UNE ha presentado una veintena de propuestas para el regreso a las labores presenciales que no han sido acogidas por el Ministerio de Educación, asegura su presidenta, Isabel Vargas. “Es un atentado a la vida de los maestros, puesto que no se ha devuelto el presupuesto para la educación. No hay un mínimo por lo menos para realizar la fumigación de las instituciones educativas”. Exigen, dice Vargas, entre las condiciones para retornar a los planteles, seis horas dentro de las instituciones y dos de trabajo autónomo en casa. “Así lo manda el artículo 117 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural”.
Al igual que la Red de Maestros, Vargas, de la UNE, señala que se deberían aplicar pruebas para detectar covid-19 a los docentes antes de su retorno, además de entregar todos los insumos de protección necesarios, “de tal manera que se garantice la vida y la salud de la comunidad educativa”.
De retornar a las instituciones, dice Vargas, los docentes necesitarían herramientas telemáticas como el Internet para desde los planteles continuar impartiendo las clases a los estudiantes. Además pide que se cuente con un médico escolar.
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