Daniel Salcedo Bonilla, su pareja Jocelyn Mieles y el piloto Franklin Lara fueron sentenciados a 4 años de prisión por fraude procesal la noche del martes 15 de diciembre por el Tribunal de Garantías Penales, integrado por los jueces José Cañizares, Dora Vargas y Mónica Abad.
En el mismo caso estaba vinculado el empresario y político Alfredo Adum Ziadé, pero su juicio quedó suspendido temporalmente hasta que se emita un peritaje médico por enfermedad, debido a que padece un cáncer pancreático.
Saceldo permanece en la cárcel 4 de Quito y tiene otras investigaciones en curso por delincuencia organizada, peculado y lavado de activos.
En junio pasado, Salcedo y varios acompañantes, entre esos Lara y Mieles, intentaron supuestamente huir en una avioneta, pero la nave propiedad de una empresa de Adum se accidentó en la zona fronteriza de Tumbes, Perú. Producto del hecho, el piloto Alfredo Espinoza falleció.
Durante el juicio, el fiscal del caso, Eduardo Díaz, presentó los testimonios de diez personas, entre ellas agentes de Criminalística y de la Policía Judicial, además los informes investigativos policiales y aeronáuticos, videos de seguridad del aeropuerto local y otras evidencias, además de las versiones tomadas a los procesados, del administrador y representantes de la empresa dueña de la avioneta siniestrada.
Antes de que se reinstalara la audiencia de juicio, los magistrados resolvieron un pedido de revocatoria de medidas cautelares interpuesto por Joselyn Mieles y Alfredo Adum, mismo que fue negado por improcedente.
Una vez reinstalada la diligencia, los jueces decidieron que esta etapa quedara suspendida para Adum, hasta que Fiscalía solicite y realice un peritaje médico por la enfermedad que atraviesa el procesado, quien se encuentra asilado en una casa de salud de esta ciudad.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
Con el décimo y otros bonos decembrinos, primero pague las deudas
Chancay: ventajas y desafíos
275 incendios dañaron el ecosistema de Loja, en 2024
Oratorio de Noël, la obra coral se presenta en la Universidad Andina Simón Bolívar
Agua que no has de beber: déjala correr