El proceso para la preparación a las Eliminatorias hacia el Mundial de Catar no ha sido fácil para ningún país por la pandemia que ha obligado a un confinamiento con parciales medidas de desconfinamiento en casi todo el mundo, no solo en América Latina. Es una pandemia que ha golpeado a muchos sectores y actividades y el fútbol fue una de ellas. En Ecuador ese golpe se ha sentido más fuerte.
La Selección Ecuatoriana ha venido de fracaso en fracaso desde el debut de Hernán Darío Gómez con la Tri en la última Copa América en Brasil, con un sonado escándalo en el del piso 17. La anterior directiva de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, herencia de Luis Chiriboga involucrado en el FIFA Gate, fue la encargada de la contratación de ese cuerpo técnico, pese a que muchos sectores advertían la necesidad de que esa designación estuviera a cargo de la nueva dirigencia que estaba por elegirse.
La cancelación del contrato con ese cuerpo técnico estuvo mediada por un show, sobre todo por la insistencia de Gómez de que había sido contratado para las Eliminatorias, no para ganar la Copa América. Finalmente se rompió ese contrato y la nueva dirigencia de la FEF comenzó la búsqueda de un nuevo cuerpo técnico.
Las expectativas creadas alrededor de la nueva dirigencia de la FEF eran muchas sobre todo porque hablaba de la modernización no solo del fútbol ecuatoriano, sino de la administración de la institución con una nueva visión sobre el modelo a seguir. Una gran interrogación se abrió tras el anunció de la posibilidad de que Jürgen Klinsmann, el exfutbolista y director técnico alemán con una amplia trayectoria, llegaría a dirigir la Tri.
Todo fueron especulaciones hasta Klinsmann anunció su fichaje con un club de fútbol europeo. La nueva dirigencia de la FEF entonces comenzó la búsqueda de nuevos candidatos hasta que fue anunciado primero, con bombos y platillos, la contratación de Antonio Cordón como nuevo director deportivo de la FEF. La amplia campaña publicitaria de por medio había intentado pintar la imagen de la llegada de la salvación del fútbol ecuatoriano.
El único trabajo de Cordón fue la contratación del nuevo equipo técnico a cargo de un desconocido Jordy Cruyff en el mundo de las selecciones. Otra campaña publicitaria con el anunció de la llegada del modelo europeo al fútbol ecuatoriano. Los dos apenas fueron presentados hasta cuando comenzó la pandemia. Lógicamente, ninguno de los dos permaneció en Ecuador para intentar armar un equipo.
Y se destapó el escándalo en la FEF por el tema de los contratos con el nuevo director deportivo y el DT. Los montos eran millonarios para una economía como la ecuatoriana, pero al parecer se manejaron al margen del resto de la dirigencia de la FEF. Hubo la destitución de Francisco Egas; las denuncias de un golpe de Estado; la intervención de la Conmebol, una institución muy cuestionada en el fútbol mundial tras el escándalo del FIFA Gate; la telenovela no parecía tener fin con partidarios en los dos lados de la cancha, en calidad de hinchas.
Y de la noche a la mañana se anunció la contratación de un nuevo director técnico de la Tri, con jugadores que se negaban a vestir la camiseta de la Tri, y el 3 de octubre llegó la noticia de la convocatoria a 30 jugadores para integrar la Selección Ecuatoriana que iniciará el camino a las Eliminatorias al Mundial solo cinco días después, en un partido ante Argentina, en Buenos Aires.
Y de nuevo ha comenzado una campaña que intenta posicionar la idea de que Ecuador ya comienza su camino al Mundial de Catara, cuando ni siquiera se ha aclarado en qué han quedado todas las denuncias que terminaron en una división de la FEF. Es como empezar de nuevo, sin que nada hubiera pasado.
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