Las acciones de Latam, la mayor línea aérea América Latina, se desplomaban el martes tras acogerse a la ley de quiebra en Estados Unidos para paliar los efectos del coronavirus. El gobierno chileno todavía contempla su eventual salvataje por considerarla una empresa estratégica.
Los títulos de la aerolínea, surgida tras la fusión en 2012 de la chilena LAN y la brasileña TAM, cayeron 36% en el cierre de la sesión de la Bolsa de Comercio de Santiago. En la apertura, la Bolsa chilena decidió “suspender la transacción de las acciones y bonos emitidos por Latam” con el fin de que el mercado tomara conocimiento “del inicio de proceso de reorganización de acuerdo a las normas del capítulo 11 en los Estados Unidos”.
En Wall Street, las acciones (ADR) de la empresa también perdieron casi la mitad de su valor al volver a operar la tarde del martes. La decisión de Latam incluye a sus filiales en Chile, Perú, Ecuador y Colombia, debido a la drástica caída de la actividad causada por la pandemia del nuevo coronavirus que obligó al cierre de fronteras en muchos países.
El capítulo 11 permite a una empresa que no está en condiciones de pagar sus deudas iniciar una reestructuración sin la presión de los acreedores. “Cuando comenzó la pandemia, Latam ingresó a esta crisis como un grupo de aerolíneas saludables y rentable”, dijo el CEO de la compañía, Roberto Alvo, en un comunicado. Antes de que la pandemia paralizara el transporte aéreo, Latam volaba a 145 destinos en 26 países y efectuaba alrededor de 1.400 vuelos diarios.
“Pero estamos sujetos a circunstancias excepcionales que ha llevado a un colapso de la demanda global de nuestros servicios y actualmente estamos operando aproximadamente al 5% de nuestros vuelos de pasajeros”. Alvo aseguró que fueron necesarias medidas difíciles para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
La compañía anunció ya el despido de 1.800 de sus 42.000 trabajadores en todas sus filiales, además del retiro voluntario de otros más. Latam seguirá volando mientras se encuentre en esta situación. A partir de junio comenzará de manera gradual a reanudar sus operaciones. Las filiales en Argentina, Brasil y Paraguay no se acogieron a la ley de quiebras.
La empresa ha dicho que les pagará a sus proveedores “en el curso normal y de acuerdo con nuestros términos existentes”. Pero también dio a entender que el futuro de sus 41.000 empleados estará condicionado por “decisiones difíciles” y anunció la rescisión de “ciertos arrendamientos”.
Según el informe financiero de Latam del 2019, los pasivos de la aerolínea alcanzaban a los $17.958 millones. El mayor acreedor es Wilmington Trust Company, con $777,5 millones, un proveedor de servicios patrimoniales e institucionales del M&T Bank. Le sigue Citibank, N.A. con $603,1 millones, según el diario La Tercera.
La aerolínea estadounidense Delta es la mayor accionista de Latam tras la compra del 20% de las acciones el año pasado por $1.900 millones. El grupo empresarial chileno Cueto y Qatar Airways -otros dos de los principales accionistas- comprometieron un financiamiento adicional de $900 millones.
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