El canciller de Ecuador, José Valencia, anuncio una nueva reducción de gastos y de personal del servicio exterior del país para cumplir las disposiciones de austeridad emitidas por el Gobierno para afrontar la crisis económica impulsada por la pandemia del Covid-19. “Estas medidas muy difíciles y que nos vemos obligados a tomar, son inevitables ante la devastación que ha sufrido el Presupuesto del Estado a causa de todos los fenómenos económicos que desató la pandemia”, dijo en un comunicado.
La Cancillería ecuatoriana ya había acometido recortes y el año pasado cerró sus embajadas en Argelia, Nigeria, Bielorrusia, Etiopía y Angola, además de otros cinco consulados. “La disminución mucho más marcada de los ingresos fiscales, a causa de la pandemia, obliga a mayores recortes” dijo al anunciar el cierre de las embajadas en Malasia, Irán y Nicaragua, la representación ante la Organización de la Aviación Civil Internacional y la Secretaría del Parlamento Andino, así como el cierre de otros seis consulados.
La Cancillería también reducirá transitoriamente el nivel de representación en diez otras embajadas, asignando al frente de ellas a funcionarios de rangos medios y también retornarán al país setenta funcionarios del servicio exterior y se darán por terminados 75 contratos de personal local en el exterior.
Valencia anunció una reducción de forma proporcional la denominada “cuota política” del servicio exterior, que es la que suele sugerir el Presidente de la República.
El canciller recordó que el servicio exterior de Ecuador, que en mayo de 2017 sumaba 1.700 funcionarios se ha reducido en 400 puestos en los últimos tres años, aunque esa cifra bajará por la decisión de recortes que ha dispuesto el Ejecutivo.
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