La NASA ha dado detalles del plan para crear una primera base en el polo sur de la Luna, que permita una presencia sostenida en la superficie del satélite natural de la Tierra. Es desarrollo del programa Artemisa para regresar con astronautas a la Luna en 2024, y complemento de la estación orbital lunar Gateway.
“El Campo Base Artemisa será nuestro primer punto de apoyo sostenible en la frontera lunar. Inicialmente servirá para estancias de uno a dos meses para aprender más sobre la luna y el universo. Lo que haremos es desarrollar nuevas tecnologías que hagan avanzar nuestras industrias nacionales y descubrir nuevos recursos que ayudarán a hacer crecer nuestra economía. En general, el campamento base demostrará la continuación del liderazgo de Estados Unidos en el espacio y la preparación para emprender la primera misión de la humanidad para Marte”, según expone el nuevo Plan para la Exploración y Desarrollo Lunar Sostenido de la NASA.
Los tres elementos principales de la misión de Artemis Base Camp son: el vehículo LTV que puede transportar tripulación alrededor del sitio; una plataforma de movilidad habitable para viajes de larga duración lejos de la base, y el el hábitat de superficie fundacional, que permitirá estancias cortas para cuatro tripulantes en el polo sur lunar.
La movilidad es una parte importante del campo base Artemisa, destaca el plan. El LTV y la plataforma habitable de movilidad permitirá la exploración y desarrollo a largo plazo de la Luna. Además de su tamaño, la geografía de nuestro satélite es compleja y sus recursos dispersos. Mirando sitios potenciales para el campo base de Artemisa, como cerca del cráter Shackleton, se aprecia la inmensa escala de la geografía lunar. Se necesitarán sistemas de movilidad robustos para explorar y desarrollar la luna.
La plataforma de movilidad habitable será entregada a la superficie lunar para expandir el alcance de las exploraciones lunares en decenas de kilómetros y la duración de las misiones en la superficie podrán extenderse desde 7 a 30-45 días, permitiendo posibles misiones análogas de la superficie de Marte en la superficie lunar.
Los futuros aterrizadores lunares de Artemisa podrían usar propulsores de próxima generación, pequeños motores de cohetes utilizados para hacer alteraciones en la trayectoria o altitud de vuelo de una nave espacial, para ingresar en la órbita lunar y descender a la superficie.
La NASA y Frontier Aerospace de Simi Valley, California, realizaron aproximadamente 60 pruebas de encendido de alta intensidad en dos prototipos de motores en el transcurso de 10 días. Las pruebas concluyeron el 16 de Marzo y tuvieron lugar en una cámara de vacío que simula el entorno espacial en Moog-ISP en Niagara Falls, Nueva York. Mientras replicaban las operaciones de vuelo de la misión, los ingenieros recolectaron múltiples flujos de datos, incluida la presión y la estabilidad de la cámara de combustión y la presión y temperatura del sistema de alimentación, que entrega el combustible desde los tanques al propulsor.
Desarrollados bajo el proyecto TALOS de la NASA, los motores están diseñados para reducir el costo, la masa y la potencia de las naves espaciales, tres cosas que limitan cada misión espacial. La Tecnología Astrobótica de Pittsburgh planea usar los nuevos motores a bordo de su módulo de aterrizaje lunar Peregrine.
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