La defensa de Julian Assange ha entregado a la Audiencia Nacional un extenso informe en el que detalla el espionaje al que habría sido sometido por una empresa española mientras estuvo asilado en la Embajada de Ecuador en Londres, prácticas que van desde la colocación de micrófonos y cámaras, copiar teléfonos móviles y documentos de identidad de las visitas que recibía, hasta perfiles de políticos, médicos y abogados con los que el fundador de Wikileaks mantuvo contacto.
El informe, de 69 páginas ha sido elaborado por la defensa de Assange, que coordina el exjuez Baltasar Garzón, a partir de documentos que estaban en posesión de la empresa UC Global, dirigida por el español David Morales y con sede en Jerez de la Frontera (Cádiz), y que han sido entregados por uno de los extrabajadores de la misma.
Tanto Morales -quien se encuentra en libertad provisional con medidas cautelares- como UC Global están siendo investigados por delitos contra la intimidad y el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, cohecho y blanqueo de capitales.
Según expone el documento, “en los ordenadores y servidores de UC Global se hallaba, inexplicablemente, un ingente volumen de material consistente en vídeos, audios, perfiles de personas, documentos personales de visitas, capturas de dispositivos electrónicos, cartas personales, y demás información del señor Assange, sus abogados, médicos y demás visitas”.
Toda esta información, acompañada de minuciosos detalles como los días en que se habían obtenido los datos o las fechas y horas de las visitas, se volcaba en los servidores de la empresa bajo la denominación ‘Hotel’, tal y como habría llamado Morales a la operación de espionaje.
“Es inexplicable que la empresa de seguridad de la misión diplomática ecuatoriana en Londres, cuyo objetivo era simplemente proveer una elemental seguridad perimetral, haya obtenido tamaño volumen de información”, remarca el informe, que la defensa de Assange ha pedido incorporar a la causa que investiga el presunto espionaje, en manos de titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, José de la Mata.
Igualmente, dice el texto, el extrabajador de UC Global ha aportado “capturas de pantalla de conversaciones por chats telefónicos que confirman la metodología utilizada para la obtención de ese volumen de información privada y traslado a los ordenadores y servidores de la empresa”.
La defensa de Assange sostiene que Morales habría estado facilitando toda la información que obtenía a la inteligencia de Estados Unidos, principalmente a través de la cooperación de la empresa Las Vegas Sands –en cuyos hoteles se habría alojado cuando viajaba a ese país– y su personal de seguridad.
Según el informe, los empleados de UC Global fotografiaban los dispositivos móviles de los visitantes a la Embajada de Ecuador y en ocasiones hasta abrían o desmontaban los aparatos para copiar sus números de tarjeta SIM o los IMEI -códigos que identifican cada teléfono-, datos que luego se volcaban en las bases de datos de la empresa.
Para la defensa, Morales habría ordenado esta práctica estableciendo como “protocolo” la obligación de que las visitas dejaran sus móviles en la entrada para poder disponer de ellos y hacer las copias.
En la base de datos de la empresa jerezana también se encontraron “multitud de repositorios de documentos de identidad de particulares escaneados”, junto a listas detalladas de personas o incluso sellos de viajes o visados, “todo lo cual se encuentra ubicado en una carpeta titulada ‘8 PASAPORTES LONDRES'”, explica el documento entregado al juez instructor.
Además de esta lista de pasaportes, la defensa también aporta otras en las que se destacan personas que la empresa de Morales consideraba importantes en el marco del control al que habrían sometido a Assange, al que apodaba ‘el huésped’. Tenía datos de los médicos que le visitaban, los abogados que le asesoraban o los políticos que le visitaban, añadiendo sus nacionalidades y otros datos de interés.
En una de sus numerosas visitas a Estados Unidos mientras se mantuvo el espionaje, Morales remitió un correo electrónico a UC Global con listas de objetivos de “máxima prioridad” a los que había que “tener controlados en todo momento” o sobre los que había que “actualizar los perfiles”. Otorgaba especial importancia a los “ciudadanos rusos” que pudieran tener contacto.
El propietario de la empresa ponía especial énfasis en una de sus asesoras legales, de la que sospechaba que había tenido un hijo con Assange. Morales, dice el informe, llegó a pedir que se robara un pañal del bebé para realizar una prueba de ADN.
Sobre los abogados del fundador de Wikileaks, UC Global también había recopilado información y hasta realizó “seguimientos personales” y fotografías a Baltasar Garzón, una de ellas cuando fue a recibir al aeropuerto de Barajas al expresidente ecuatoriano Rafael Correa.
En cuanto a los políticos, la defensa de Assange considera “llamativa” la cantidad de material relativo a Iván Orosa, asesor principal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, además de numeroso personal diplomático ecuatoriano, y también se ha encontrado información sobre el congresista estadounidense Dana Rohrabacher, a cuyo teléfono también accedió UC Global cuando visitó la Embajada de Ecuador.
El informe habla también de la colocación en la legación diplomática de micrófonos de muy diferentes tipos y colocados en lugares tan dispares como la base de PVC del extintor de la sala de reuniones, y de cámaras que en un principio no captaban sonido pero que fueron sustituidas por unas más sofisticadas que también grababan en audio en forma encubierta. Buena parte de ese material se adquirió a ‘Espiamos.com’, tal y como acreditan las comunicaciones de trabajadores con esta compañía.
El informe califica de “fundamental” un correo de fecha 10 de diciembre de 2017 en el que Morales solicitaba a sus trabajadores que restringieran el usuario de cámaras de Ecuador para que no pudiera comprobar los accesos del otro usuario que se creaba, “quien se correspondería con la inteligencia de Estados Unidos”. Unos días después, en otro correo el investigado remitió un nuevo correo a sus trabajadores en el que insiste en abrir el streaming para la inteligencia norteamericana, usando para ello el nombre en clave de “X”,
Se aportan igualmente pruebas de que aproximadamente cada 15 días Morales indicaba a un empleado que debía acudir a la embajada a retirar los discos (DRV) originales del sistema de grabación para colocar otros nuevos. Estos discos originales eran llevados a Jerez de la Frontera. Los DRV se compraban vía Amazon, tal y como acreditará el historial en compras de la compañía UC Global que la defensa solicitará como diligencia de investigación, según adelanta el informe.
También se detallan en el informe evidencias sobre la intervención sistemática de la correspondencia del fundador de Wikileaks, así como el acceso a anotaciones manuscritas que habrían sido intervenidas y fotografiadas sin su consentimiento. Fueron empleadas para la realización de un informe grafológico.
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