Los emoticonos y emojis han logrado la distinción de palabra de 2019 que concede desde hace siete años la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia Efe y BBVA. Tras elegir escrache en 2013, selfi en 2014, refugiado en 2015, populismo en 2016, aporofobia en 2017 y microplástico en 2018, el equipo de la Fundación ha optado en esta ocasión por destacar el papel de estos pequeños símbolos en la comunicación.
Según ha anunciado la Fundación, “los emoticonos y emojis (y sus evoluciones: bitmojis, memojis, animojis…) forman parte ya de nuestra comunicación diaria y conquistan día a día nuevos espacios más allá de las conversaciones privadas en chats y aplicaciones de mensajería en los que comenzó su uso”. Para la Fundéu, es “innegable” su impacto en la vida diaria y su relación “con el resto de los elementos que conforman la comunicación, como palabras, frases, signos de puntuación…”. Por ello han elegido a los emoticonos y a los emojis como palabra del año. La designación se ha realizado tras diversos debates de los integrantes de la Fundéu, filólogos y periodistas, y “un año de trabajo con el lenguaje más relacionado con la actualidad informativa”, asegura la institución.
No todas las lenguas, además, se basan en combinaciones de palabras tal y como las conocemos en español. Los sinogramas del chino o los silabarios del japonés, los pictogramas e ideogramas han serla actualidad.
Los emoticonos nacieron en los años noventa, y en sus inicios apenas eran dibujos que se creaban con los signos ortográficos, como 😉 En ese siglo han devenido en emojis, figuras dibujadas que contienen un valor simbólico y que ayudan a la comunicación.
“No se trata, por supuesto, de que los emoticonos y los emojis vengan a robarnos palabras o a pervertir nuestra lengua, que ha mostrado durante siglos su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos y a las tecnologías de cada época. Ni de que acabemos expresándonos solo con este tipo de elementos. Creemos más bien que constituyen un elemento más que contribuye a lograr el fin último de las lenguas: la comunicación entre las personas”, señala el coordinador general de la Fundéu BBVA, Javier Lascuráin. “En un mundo marcado por la velocidad, los emoticonos aportan agilidad y concisión. Y en un entorno en el que buena parte de lo que escribimos, sobre todo en chats y sistemas de mensajería instantánea, es comunicación oral puesta por escrito, estos elementos nos permiten añadir matices gestuales y de intención que de otro modo se perderían”, asegura. El presidente de la Fundéu BBVA, Mario Tascón, durante su intervención este año en el Congreso de las Academias de la Lengua en Sevilla, dijo: “Puede que los emojis sean lo más cercano a un lenguaje universal que ha creado nunca la humanidad”.
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