Antes de dar inicio a la proyección de la película María José Casares, coordinadora del preestreno, y Gonzalo Ponce Leiva, productor ejecutivo de la película, daban la bienvenida a los asistentes además de una breve explicación del trabajo de producción, las personas involucradas en el proyecto y un recordatorio sobre las locaciones utilizadas: casi todas en Venezuela, Ecuador y Colombia; minutos antes de comenzar agradecieron el financiamiento de varias instituciones como la Universidad Andina Simón Bolívar, Metro, Seguros Equinoccial, Grupo Entregas, entre otros.
El miércoles 21 de noviembre, en la sala 6 de Multicines del Centro Comercial Iñaquito, al norte de la capital, finalmente se realizaba la proyección para la prensa de la película Muerte en Berruecos, un thriller policial de época basado en el asesinato del Mariscal Antonio José de Sucre, dirigido por el venezolano Caupolicán Ovalles, coproducida por Gonzalo Ponce Leiva y protagonizada por Luis Gerónimo Abreu, quien interpreta a Bolívar en la serie de Netflix.
Ambientada entre los años 1830 y 1840 en Quito y Berruecos, Nueva Granada, actual Colombia, la película narra los acontecimientos de la reapertura del caso, diez años después del asesinato del Mariscal de Ayacucho, a cargo del Capitán Alejandro Godoy.
Godoy pone en riesgo su propia vida cuando decide abrir el expediente del proceso anterior que ha sido destruido. Desde aquí la narrativa muestra cómo la historia del asesinato de Sucre es producto de una intriga política, de intereses personales de las élites burguesas de la época, apoyadas por una justicia corrupta.
Gonzalo Ponce se refirió a la película como un capítulo de la época de la famosa serie de televisión estadounidense CSI y Caupolicán Ovalles contó que el proyecto comenzó a andar cuando el guión ganó un concurso hace seis años. La idea siempre fue narrar la historia del primer magnicidio de la época republicana no como un documental sino como una película basada en hechos reales.
La película busca provocar en la juventud el sentido de pertenencia de nuestra historia, conseguir por medio del cine despertar la curiosidad para investigar entre los estudiantes sobre temas históricos de la época. Es decir, según Ovalles, además de ser un producto audiovisual llevado al cine funciona como un apoyo didáctico.
Tanto el productor como el director conversaron con los presentes para resolver las dudas surgidas después de la proyección, Ponce destacó la importancia del género de la película, la decisión creativa de convertirla en un thriller policial permite al espectador mantenerse enganchado en la sucesión de los hechos.
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