La presidenta Jeanine Áñez empezó su interinazgo en la Presidencia de Bolivia con la posesión del nuevo Alto Mando de las Fuerzas Armadas, que estará bajo el mando del general de Ejército, Carlos Orellana Centellas, quien llamó a deponer las “actitudes beligerantes” y evitar “fragmentar la unidad nacional y se derrame sangre”
Áñez agradeció al saliente comandante de las FFA general Williams Kaliman por “coadyuvar en los momentos que nos tocó vivir y a devolverle al Estado la paz y la democracia”. Al nuevo Alto Mando les dijo “que el Estado los necesita más que nunca para mantener la paz en todas las latitudes de nuestra patria”.
Les recordó a las nuevas autoridades que “asumen el mando en un momento crucial para nuestro Estado, en el cual nos toca a todos los bolivianos una tarea importante como es llevar a buen término esta etapa encaminada y dirigida a nuevas elecciones”.
Orellana recordó que la institución armada tiene como misión asegurar el imperio de la Constitución y garantizar la estabilidad del gobierno legalmente constituido. “La coyuntura actual requiere de la capacidad y trabajo sin descanso de todos los miembros de las Fuerzas Armadas buscando el retorno de la paz”, dijo.
Grupos sociales que descendieron desde El Alto al centro paceño protestaban a pocas cuadras de plaza Murillo, centro del poder político. No están de acuerdo que Áñez haya asumida el poder. Los militares están en las calles, luego de que la Policía se declarara rebasada por la ola de violencia tras la dimisión de Morales y Álvaro García.
“Es oportuna la ocasión para llamar a la calma a toda la población boliviana, les pido a nombre de las Fuerzas Armadas que depongan sus actitudes intransigentes, piensen y velen por el futuro de nuestra Patria, somos hermanos, nunca pero nunca permitan que fragmente la unidad nacional y se derrame sangre de un ciudadano boliviano”, dijo Centellas.
Áñez aseguró que se respetó la institucionalidad y carrera en la designación del nuevo Al Mando Militar.
Desde México, donde se encuentra asilado, el expresidente Evo Morales anunció estar dispuesto a regresar a Bolivia “a pacificar” el país, en caso de que así se lo pida el pueblo. Consideró que el mecanismo para lograr este objetivo es un diálogo que incluya a todos los sectores representativos de la sociedad.
“Si mi pueblo lo pide, estamos dispuestos a volver a pacificar, pero es importante el diálogo nacional”, dijo durante una conferencia transmitida por Telesur, en la que además ratificó que, debido a su condición indígena, fue víctima de un golpe de Estado que unió a cívicos, políticos, policías y las Fuerzas Armadas.
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