Los transportistas. Esos que fueron los mimados del gobierno del expresidente Rafael Correa, de la exministra María de los Ángeles Duarte, del exministro Walter Solís, los tres coincidencialmente señalados por la Fiscalía en la trama de sobornos que se habría montado entre 2012 y 2016.
Los dirigentes de los transportistas, esos acostumbrados a ser recibidos en privado en Carondelet por el expresidente Correa, agasajeados, homenajeados por llenar coliseos cuando la popularidad del correato o correísmo estaba por los suelos después de haber declarado humildemente que él ya no era él sino el pueblo y por lo tanto aceptaba la reelección indefinida. El poder absoluto.
Ellos que salían de las reuniones de Carondelet con los jerarcas del correato o correísmo airosos porque el expresidente Correa ordenaba el pago inmediato de casi 100 millones de dólares por deudas del bono de chatarrización y el subsidio por la aplicación de la media tarifa a ciertos pasajeros.
Era junio de 2016, luego del encuentro en Carondelet con el expresidente Correa:
“En este encuentro se analizaron los compromisos adquiridos por el Gobierno Nacional en el primer taller que se desarrolló en el mes de abril del presente año, además se revisó los nuevos planteamientos realizados por el sector de la transportación; Napoleón Cabrera, presidente de la Federación Nacional de Transporte de Carga Liviana –FENACOTRALI-, señaló que entre los temas cumplidos luego del primer encuentro, está la eliminación a las salvaguardias arancelarias de más de 324 unidades para la FENACOTIP y Federación Nacional de Transporte Escolar; la asignación de 3.000 cupos para la Federación Nacional de Transporte Mixto; la asignación de nuevos cupos para la importación de llantas con exoneración arancelaria; control para el transporte internacional en las fronteras de Colombia y Perú; establecimiento de nuevas disposiciones referentes a pesas y medidas en cuanto al transporte pesado; y en las otras modalidades algunos temas de carácter administrativo que se ventilaban en algunas instituciones como por ejemplo la CFN; y otros puntos cumplidos en agenda”.
Ese era el resumen del encuentro privado, un boletín del Ministerio de Transporte. Y sigue, porque en la reunión hubo nuevos planteamientos a los que el expresidente Correa cedía gustoso:
“Los nuevos planteamientos está el de continuar con la asignación de cupos a las diferentes modalidades de transporte; un control a los GAD municipales por el exceso de atribuciones que se están tomando referente a las autonomías municipales…”. El ex ministro Solís, ahora con orden de prisión, dijo en esa ocasión que los transportistas habían recibido 350 millones de dólares desde 2011.
Son los transportistas, los que ahora pretenden paralizar el país porque el Gobierno liberó los precios de la gasolina extra y el diésel y quieren que a ellos esas medidas no les afecte. No quieren pagar la factura de su propia farra, de su apoyo irrestricto al correato o correísmo.
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