La revista Time nombra personas del año a varias figuras de los medios de comunicación que han sido asesinados o perseguidos por informar. En su portada tiene al periodista saudí Jamal Khashoggi y Ma Pan Ei Mon junto a Chit Su Win, quienes sostienen imágenes de sus esposos detenidos, los reporteros de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo.
La revista Time anunció este martes que su reconocimiento como persona del año 2018 es para “los guardianes y la guerra por la verdad”. La publicación estadounidense ha querido homenajear a los periodistas que han lucha por narrar la realidad de manera objetiva. Los reporteros destacados son el saudí Jamal Khashoggi, asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul; la filipina Maria Ressa, directora general del sitio web de noticias Rappler y perseguida por el régimen de Rodrigo Duterte; y dos periodistas de la agencia Reuters, los birmanos Wa Lone y Kyaw Soe Oo, que están encarcelados hace casi un año en Myanmar por sus investigaciones.
Time también ha reconocido el trabajo del periódico local Capital Gazette, de Annapolis (Maryland), cuya redacción protagonizó el pasado junio el tiroteo más sangriento contra un equipo periodístico en las últimas décadas en Estados Unidos. El atacante asesinó a cinco de sus trabajadores.
“Al ver las opciones, quedó claro que la manipulación y el abuso de la verdad son realmente el hilo conductor en muchas de las historias más importantes de este año, desde Rusia hasta Riad y Silicon Valley”, dijo el director de la revista, Edward Felsenthal. “Este año reconocemos a cuatro periodistas y una empresa periodística que han pagado un terrible precio por enfrentarse al reto de este momento”.
For taking great risks in pursuit of greater truths, for the imperfect but essential quest for facts that are central to civil discourse, for speaking up and for speaking out…
— Edward Felsenthal (@efelsenthal) 11 de diciembre de 2018
Trump había dicho hace unas semanas que no se imaginaba quién podía ser la persona del año si no era él. Finalmente, la revista se decantó por Khashoggi, un personaje que puso en una incómoda situación al mandatario. Cuando se conoció el asesinato al periodista, el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, negó cualquier conocimiento sobre su ejecución. Una tesis que el republicano no tardó en apoyar. Días después, el Gobierno turco y la CIA responsabilizaron a MBS, como se conoce al príncipe, y a la cúpula del Estado saudí por tenderle una trampa al reportero.
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