Las mujeres ecuatorianas no saben cómo utilizar una copa menstrual

sábado, noviembre 17, 2018

Mientras los estudios no demuestren una incidencia superior de la existencia de un crecimiento bacteriano con respecto a los tampones y toallas; la copa menstrual seguirá siendo una alternativa para todas las mujeres

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La menstruación o período es el sangrado vaginal normal que ocurre como parte del ciclo mensual de la mujer. En Ecuador las toallas sanitarias y los tampones son los productos más utilizados para mantener la higiene íntima de la mujer en esos días, pero hay un producto que es poco conocido en el país, la llamada copa menstrual.

Esto se debe a que la gente desconoce su uso. En el país faltan campañas que hablen sobre estas y otras alternativas de higiene íntima para la mujer.
La copa menstrual es un recipiente de silicona médica que se introduce en el interior de la vagina durante la menstruación, se adapta a las paredes vaginales y recoge todo el flujo menstrual en su interior.

Este dispositivo, no es nuevo. Se comenzaron a producir industrialmente desde la década de 1930 pero no tuvieron éxito, en los años cincuenta, nuevamente se volvieron a producir, pero no lograron mantenerse en el mercado entre algunas de las razones por ser un producto demasiado grande, rígido y pesado
A partir del año 2000, se introdujeron cambios en su producción. Los materiales con los que se fabrica han mejorado, para evitar sobre todo el crecimiento y replicación bacteriana Staphylococcus aureus que puede producir una amplia gama de enfermedades.

Una de las ventajas de la copa menstrual es que no absorben la humedad vaginal. Por los químicos y materiales usados en la producción de las toallas o tampones, estos pueden producir humedad, irritación y rechazos alérgicos. Esos productos están hechos para absorber la humedad vaginal, a diferencia de la copa menstrual que no absorbe más bien recolecta.

Más ecológica. Debido a su material reutilizable no genera basura que contiene plástico, como las toallas sanitarias y tampones. Hay un ahorro en residuos como envoltorios, cajas y aplicadores.

Menor crecimiento bacteriano. Dependiendo del recambio que haga la mujer, la bacteria Staphylococcus aureus permanecerá controlada. Todo esto se debe valorar al momento de ver las ventajas en el uso de este producto de higiene íntima de la mujer. Es recomendable un vaciamiento de la copa más frecuente, es decir, de cada 4 a 6 horas.

Si no se vacía la copa dentro de las horas recomendadas, puede existir una proliferación del Staphylococcus aureus. Pasa lo mismo con la infección de las vías urinarias, cuando una mujer no va al baño por más de 6 horas: se retiene el crecimiento bacteriano y aumenta el Staphylococcus aureus.
La mujer conoce un poco más su intimidad por la manipulación genital al usar la copa menstrual.

Las medidas higiénicas son normales, simplemente se debe hacer un buen lavado y utilizar un jabón adecuado.

Una buena alternativa a esto, es utilizar guantes para evitar el contacto directo con la copa menstrual.

Hay más contacto y manipulación con la sangre.

A la mujer le puede tomar tiempo el acostumbrarse. Al principio puede resultar un poco incómoda y ser difícil de colocarla y sacarla.

Es difícil de lavar en baños públicos o cuando hay viajes largos.

La copa menstrual está fabricada en diferentes tamaños, ahora ¿la puede usar cualquier mujer o cuando hay alguna circunstancia en la que esté contraindicado su uso? Lo puede utilizar cualquier mujer que haya tenido relaciones sexuales, antes de eso no es posible. También se restringe el uso a mujeres que presenten alguna patología o una infección genital que este siendo tratada por el médico especialista.

Mientras los estudios no demuestren una incidencia superior de la existencia de un crecimiento bacteriano con respecto a los tampones y toallas; la copa menstrual seguirá siendo una alternativa para todas las mujeres.