“El Profesor” ha organizado un plan maestro que pretende dar con un botín de nada más y nada menos que 2.400 millones de euros. Su objetivo: dar un golpe limpio y sin víctimas a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Para ello debe reclutar a un grupo de “delincuentes”, desconocidos entre sí, que se hacen llamar con nombres de ciudades para mantener su anonimato. Es, a grandes rasgos, un breve resumen de una de las series que está cosechando un éxito internacional inesperado, estamos hablando de La Casa de Papel. Ideada por el productor y guionista Álex Pina, la serie, tras pasar casi desapercibida en la emisión en abierto en España (Antena 3), ahora en Netflix, cada día va sumando más adeptos. ¿Cuáles son las claves de su éxito?
Desde el principio comienza con un ritmo trepidante que te engancha, te adentras en la historia y sin muchos preámbulos comienza la acción. A medida que avanza la serie, atracadores, rehenes y policías se enfrentan a nuevos desafíos y dilemas éticos que tienen que resolver.
Según te adentras en el ambiente de la serie, te vas dando cuenta que el atraco no es lo realmente importante que te quiere contar la serie, sino que este es la justificación perfecta para abordar ciertos temas que involucran a la sociedad. El aborto, maltrato intrafamiliar, ser servil o rebelarte frente a las normas, son algunas de las cuestiones que afrontan los personajes de la serie pero que, de alguna manera, también se les puede presentar a los espectadores en su vida.
En toda película o serie, sus personajes se enfrentan a conflictos (externos e internos), es natural, y ahí es donde reside el interés, en como los solucionan o no. Aquí el gran dilema es ¿El fin justifica los medios? Ser fiel a los principios y fracasar o actuar contra ellos para obtener beneficio personal.
El atraco es contado casi a tiempo real, muy parecido, aunque salvando las distancias, a la serie “24” que cuenta la historia de un agente antiterrorista minuto a minuto. A esto se le suma la utilización del recurso del flashback para romper con la típica linealidad de la historia. Este recurso permite ir conociendo poco a poco a los personajes y resolver las dudas que surgen sobre su comportamiento.
Uno de los puntos importantes es la empatía que pueden llegar a alcanzar el espectador con los personajes. A medida que el atraco avanza, las historias se van sucediendo y vamos conociendo los motivos que les llevaron a estar ahí. A diferencia que las películas (tienen un formato más limitado por la duración), las series permiten profundizar mucho más los aspectos psicológicos de los personajes y en este caso hay una gran variedad de ellos.
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Gracias a la gran variedad de personajes que integran el elenco permite identificar los roles que desempeñan cada uno y como evolucionan a medida que suceden los acontecimientos. El nivel de interpretación es alto y un buen reflejo de la forma de ser de los españoles.
Las series se han convertido en películas extendidas, esto se puede apreciar en una estética visual muy cuidada y con una correcta iluminación para ambientar los distintos escenarios donde se desenvuelven los personajes o para reforzar su propia psicología.
Dentro del apartado estético, la utilización de símbolos funciona muy bien, ya que visualmente permite introducirse en la mente del espectador con una mayor fuerza. Si la película “V de Venganza” (2006) puso de moda al personaje de Guy Fawkes a través de su máscara, símbolo del grupo subersivo Anonymous que también es utilizado por jóvenes en protestas sociales, principalmente en Europa; “La Casa de Papel” hace lo mismo con el famoso y excéntrico pintor español Salvador Dalí, representado en la máscara que utilizan los asaltantes.
La serie no solo recoge el apartado estético de las protestas sociales, sino que también, remezcla uno de los símbolos de la lucha contra el fascismo como es la canción de Bella Ciao. Canción que entonan los protagonistas en momentos clave de la trama como cuando Berlín obliga a El Profesor prometerle que no se dejará atrapar si las cosas se ponen difíciles en el atraco.
En definitiva, “La Casa de Papel” es una buena mezcla de películas como “La gran estafa” (conocida también como Ocean’s Eleven), “Atraco perfecto” del director Stanley Kubrick con la serie “24”. Si te decides a verla, te aseguro que no perderás el tiempo; aprovecha un momento del día que estés relajado/a para disfrutarla.
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