Los desafíos de adoptar una nueva tecnología van más allá de la velocidad y la latencia, entendida el tiempo de respuesta de un dispositivo en ejecutar una orden desde que es enviada la señal. Cuanto más baja es la latencia, más rápida será la reacción del aparato que accionemos a distancia, ya sea un auto con conducción autónoma o una videoconferencia. La red 5G, de la que ahora habla todo el mundo, reduce ese tiempo de respuesta a un milisegundo. En la red 4G es de 10 milisegundos.
La red 5G trabajará cincuenta veces más rápido que la 4G, por la reducción de la latencia, ya que permite aprovechar al máximo la banda de frecuencias y multiplicar por 100 el número de dispositivos conectados. Eso en la vida diaria significa que podremos conectar el auto de conducción autónoma para ir a recoger a nuestros hijos del colegio y seguir en video todo lo que ocurra en el trayecto a casa.
El objetivo de toda nueva generación de red móvil es multiplicar la velocidad de la conexión, pero detrás de la 5G hay más que eso. Ya no se trata de ofrecer velocidades de vértigo, sino también conexiones ganen en calidad con la mejora del número de terminales al que puede dar servicio cada antena simultáneamente, con la reducción de la latencia.
La primera gran diferencia entre la actual red 4G y la idea de la 5G es la frecuencia usada. Mientras en la 4G lo más habitual es usar frecuencias bajas, entre los 800 MHz y 2.6 GHz, en las pruebas hechas con la red 5G se han utilizado bandas situadas entre los 26 y 38 GHz.
Las proyecciones de las conexiones para la Internet de las cosas casi se han duplicado desde noviembre de 2017 y actualmente se espera alcancen las 3.500 millones de conexiones hasta el año 2023.
Los problemas. La red 5G supone un gran avance en el mundo de las telecomunicaciones, un beneficio que no verá Ecuador en el corto plazo. La red estándar que ahora usamos es la 4G, pero adaptarnos a esa red, la más baja y costosa, nos llevó como cinco años.
Los primeros países en adoptar la 5G sin duda serán todos los de la zona asiática, Estados Unidos y Canadá. Al resto de países del primer mundo les tomará de dos a tres años adoptarla, pero países en vías de desarrollo como Ecuador demorarán hasta cinco años en implementar esa tecnología, porque lamentablemente recién se está implementando la 4G, por el costo de movilizar las antenas. Las ondas de la 4G son de corto alcance.
El costo de implementar la red 5G será muy alto para las empresas de telecomunicaciones, porque eso significa meter en el mercado nuevos equipos móviles que están en pruebas de laboratorio. No es descabellado pensar que es tecnología podría llegar al país recién en el año 2027 o 2030.
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