Escuchando una entrevista al filósofo francés Bernard-Henri Lévy oí su clasificación de “las izquierdas” y “las derechas”. Se subdividen en totalitarias y liberales. Esta idea ya la expuso en su libro Left in Dark Times. De eso resulta que hay una izquierda liberal, que nunca debería haber dejado de existir históricamente.
Cuando se pidió a BH Lévy que diera ejemplos puso al régimen chavista de Maduro como expresión de una izquierda totalitaria. Y del lado de una izquierda liberal nombró a Lula (1)
¡¿Lula?!, ¿que en el Foro de Sao Paulo prodigaba halagos para los “compañeros cubanos”, que ha sido un fuerte aliado de Chávez y de Maduro? En fin, Lula está comprometido con la izquierda totalitaria. BH Lévy se extravió penosamente.
El populismo no viene de Marx y Lenin, o de Mao. No se inspira en las guerrillas del Che, de Marighella, de los Tupamaros, o de los vietnamitas de Ho Chi Minh y Giap. No tiene que ver nada con la Guardia Roja de Trotsky. Lula, en el Foro de Sao Paulo, agradece a los cubanos de Castro el consejo de ir por la vía del voto.
La revelación del camino al poder no la hicieron los marxistas, aunque Engels entreviera algo. Los métodos para la victoria electoral los concibieron Mussolini y, sobre todo, Hitler. Cuando las reglas de una democracia se unen a las más amplias libertades ciudadanas queda dispuesta la ruta populista: una extrema e inescrupulosa propaganda de ofertas populares mentirosas para obtener el voto, sostenida por bandas armadas de matones (2).
La propaganda correísta de Podemos e Izquierda Unida, en España, a favor del “no” en la consulta ha hecho noticia. Podemos se ha proyectado a nivel global. Sobre todo, en América Latina, adoctrinando, asesorando y aconsejando a lo peor del populismo de Venezuela y Ecuador. También aprendiendo, en el terreno, las artimañas del “neoconstitucionalismo”, es decir de cómo hacer constituciones a la medida de un centralismo totalitario.
¿Es el presidente Moreno un candidato a clasificar como practicante de una izquierda liberal? Ha dado signos de ello, tanto en su concepción de las libertades ciudadanas, como en la propuesta económica. Pero ¿qué pasa con su política externa? ¿Sigue apoyando, ahora a escondidas, a ese troglodita represor y estúpido llamado Maduro? ¿Se imagina que Maduro y su pandilla oscilarán del Tánatos odiador y brutal a un Eros amable, según la interpretación que ha hecho Moreno de Freud? (3). Por lo pronto, el destino del presidente no enrumba con decisión por una política liberal, es decir de respeto a las libertades civiles, tanto en política interna como en la escena internacional.
Lo digo abiertamente: al presidente Moreno le sería instructivo el estudio del texto de Freud de 1921, genialmente anticipatorio, Psicología de las Masas y Análisis del Yo. Si el poder se concentra en una sola función del Estado eso conduce a la dictadura, pero cuando esa concentración se da en una persona, un caudillo, se está construyendo una tiranía.
(1)https://www.infobae.com/america/cultura-america/2017/09/24/bernard-henri-levy-macri-es-la-derecha-democratica-cristina-la-trampa-del-populismo/
(2) A este respecto recomiendo el último capítulo del libro de John Lukacs, Cinco Días en Londres: Mayo de 1940.
(3) La confusa situación de la oposición en Venezuela, tan llena de unos Chamberlain, de unos Halifax, hasta de unos Petain, hace que nos preguntemos si va a entrar en escena, finalmente, algún Churchill.
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