El Ejército israelí ha reforzado su presencia en los territorios ocupados, mientras el movimiento islamista radical Hamás ha llamado a nuevas protestas, después del rezo de los viernes, reseña El País. Miles de personas han participado en las protestas en las principales capitales árabes contra la decisión de Trump. Sigue en directo el desarrollo de los acontecimientos en Palestina.
La jornada de ira, convocada por el grupo Hamas, en protesta por el reconocimiento de Donald Trump de la Ciudad Santa como capital de Israel. Mahmud al Masri, de 30 años y de la ciudad gazatí de Jan Yunis, falleció por heridas de bala en la zona fronteriza al este de la ciudad, confirmó el portavoz del Ministerio de Sanidad, Ashraf al Qedra. La misa fuente informó de una segunda víctima también por disparos israelíes.
Los soldados israelíes abrieron fuego en la zona contra los principales incitadores de los disturbios, dijo una portavoz del Ejército. Algunos fueron alcanzados, reconoció.
Los manifestantes tiraron piedras a soldados israelíes, que respondieron con gas y balas de goma, en Hebrón, Ramallah, Belén y otras ciudades cisjordanas más pequeñas, luego de abandonar las mezquitas tras participar de las plegarias de los viernes, el día sagrado musulmán, informó el Ejército. En Ciudad de Gaza, la mayor ciudad de la Franja, miles de palestinos marcharon por las calles para repudiar a Trump y quemaron banderas estadounidenses e israelíes.
Veinticinco palestinos resultaron heridos en los choques con las fuerzas israelíes solo en Cisjordania y Gaza, informaron la Media Luna Roja y autoridades palestinas. Erab Fuqaha, portavoz del servicio de emergencias de la Media Luna Roja, dijo que 21 palestinos fueron heridos en Cisjordania con balas recubiertas de caucho y otros 72 tuvieron que ser atendidos por inhalación de gases.
Según la cadena CNN, en Cisjordania, miles de fieles palestinos se manifestaron pacíficamente frente a la sagrada mezquita de Al Aqsa, ubicada en la Ciudad Vieja de Jerusalén este, la parte de mayoría palestina de Jerusalén. Organizaciones políticas palestinas habían llamado a realizar multitudinarias manifestaciones contra la decisión de Trump, mientras que el movimiento islamista Hamas, que controla Gaza, pidió el inicio de una “intifada” o levantamiento contra Israel.
La decisión de Trump, y su orden de iniciar el proceso para trasladar a Jerusalén la embajada estadounidenses en Tel Aviv, rompen con décadas de política de Estado norteamericana y de garantías internacionales a los palestinos de que el status de la ciudad sagrada debe determinarse en negociaciones de paz con Israel, reseña Clarín.
Los palestinos quieren que la parte oriental de Jerusalén, o Jerusalén este, capturada por Israel en una guerra en 1967 y luego anexionada, sea capital de su futuro Estado. En Jerusalén este se sitúa la Ciudad Vieja, donde se encuentran algunos de los lugares más sagrados para el judaísmo, el islam y el cristianismo.
Aunque Israel dice que toda Jerusalén es su capital única e indivisible, la comunidad internacional no reconoce a Jerusalén este como parte de Israel, y todos los países del mundo tienen su embajada ante Israel en Tel Aviv.
Aunque la decisión de Trump no tiene ningún impacto en la vida cotidiana en la ciudad, conlleva un profundo significado simbólico y es vista por los árabes y musulmanes como un prejuzgamiento sobre una cuestión que debería decidirse en negociaciones y, más aún, un intento de imponer una solución sobre el tema a los palestinos.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo esta semana que Trump, con su decisión, destruyó la credibilidad de Estados Unidos como mediador de la paz en Medio Oriente, un rol que ha ejercido de manera exclusiva durante más de dos décadas de negociaciones intermitentes destinadas a crear un Estado palestino al lado de Israel.
En cambio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, valoró la justa y valiente decisión de Trump, dijo que el presidente estadounidense se ató para siempre a la historia de Jerusalén y aseguró que otros Estados estaban siguiendo sus pasos.
En Jerusalén, el imán de Al Aqsa dijo este viernes durante su sermón que la ciudad seguirá siendo musulmana y árabe. “Todo lo que queremos de los líderes árabes y musulmanes es acción, no declaraciones de denuncia”, dijo el sheikh Yousef Abu Sneineh ante unos 30 mil fieles.
De manera paralela, miles de personas tomaron hoy las calles en países árabes o musulmanes de Medio Oriente, Asia central y el norte de África para protestar ante embajadas de Estados Unidos y otros sitios por la decisión de Trump sobre Jerusalén.
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