Los dos últimos años han sido un continuo vaivén económico para el país, derivado por caída del precio del barril de petróleo que afectó significativamente los ingresos, la reducción de los ingresos tributarios, el desastre natural del 16A, los pagos por los juicios que perdió el Ecuador en las cortes internacionales derivados de litigios con diversas empresas extranjeras, entre otros aspectos que trajeron consigo una mayor emisión de deudas con altas de interés y plazos cortos, preventas de petróleo, uso de reserva monetaria internacional, uso de facilidades de liquidez otorgadas por el BCE, aumento de impuestos, etc.
Durante este primer semestre se evidencia distintas señales, por ejemplo, el precio del barril de crudo WTI se ubica en una banda entre los 40 y 50 dólares, y a ese valor se debe descontar el castigo que tiene nuestro crudo, afectando los ingresos por la venta de esta materia prima, debemos tener presente además que el Ecuador recibió varios llamados de atención por parte de la OPEP por no cumplir con la cuota que tiene el país que ofrecer al mercado, dado que vendió más de lo que tenía fijado (esto derivado de la necesidad de contar con más ingresos).
Respecto al sector externo, si bien los resultados arrojan una balanza comercial positiva, se debe a una importante contracción, tanto de las exportaciones, y en especial de las importaciones. De alguna manera, el Gobierno (anterior) logró su objetivo de reducir las importaciones, pero eso termina afectando al sector productivo porque gran parte de esta restricción tiene que ver con bienes de capital, que son bienes utilizados para la producción de otros bienes, además se afectó la libertad para consumir de los ciudadanos. Vemos pues, que las importaciones (Figura 1) registran una baja del 40% en el período 2013 – 2016 (equivalente a 10,219 millones de dólares), en el período 2015 – 2016 la contracción de las importaciones se sitúa en 23.97% (equivalente a 4901 millones USD), siendo las importaciones entre Enero – Mayo del presente año de 7131 millones USD; por el lado de las exportaciones estás se contrajeron en el período 2013 – 2016 en 32.13% (equivalente a 7953 millones USD), tomando el período 2015 – 2016, la contracción de las exportaciones fue del 8.36% (aproximadamente 1533 millones USD), siendo las exportaciones de Enero – Mayo del 2017 igual a 7924 millones USD (Figura 2).
Figura No. 1: Comportamiento de las importaciones
A continuación se muestra el comportamiento de la balanza comercial, donde se aprecia la “mejora” en la misma, cabe señalar que antes que una apertura comercial, es más bien a la restricción que se hacen por el lado de las importaciones.
Apremia recuperar el tiempo perdido en el comercio exterior, el anterior gobierno privilegio lazos comerciales basado en aspectos políticos e ideológicos y no en aspectos técnicos, la firma del acuerdo multipartes con la Unión Europea fue derivado de la reducción de los ingresos que percibía el Estado y la reducción de la llegada de divisas, y esto llevo a la búsqueda de dicho acuerdo. Moreno inaugura la era del pragmatismo comercial, privilegiando las necesidades de los productores y consumidores ecuatorianos, como debió ser desde el comienzo.
La inversión extranjera sigue mostrando un comportamiento constante ubicándose por debajo de los 800 millones de dólares al año, muy por debajo de lo que reciben otros países de América Latina, en este caso Ecuador disputa el último lugar con Paraguay, Bolivia, Haití y Venezuela; en el primer semestre de este año recibió aproximadamente 175 millones de dólares, siendo el sector de petróleo y minas el que concentra casi 2/3 de la IED.
En el caso del riego país si bien se ha reducido en los últimos meses, después de la segunda vuelta electoral y debido a las señales de confianza que desea transmitir el gobierno de Moreno respecto al sinceramiento e la cifras, llamados al diálogo con distintos actores políticos y sociales, entre otras señales, a pesar de ello\ sigue siendo alto con respecto a los países vecinos. Ecuador está cercano a los 700 puntos, mientras que los demás países (exceptuando Venezuela) está por debajo de los 500 puntos o menos (algunos bordean los 100 puntos) lo que hace que su endeudamiento en mercados internacionales sea más barato versus el de nuestro país, esto supone una situación más crítica al momento de buscar financiamiento porque las tasas a las que accede al conseguir un préstamo van a ser mucho más altas en relación a otros países, se aprecia también en la emisión de bonos cuyas tasas han fluctuado entre el 9% y 11%. Esto se refleja, a su vez, en el comportamiento de la deuda, que resta capacidad de maniobra a este gobierno y al siguiente, a esto debe agregarse las preventas, atrasos con gobiernos seccionales, deuda interna; y como ya reconoció el gobierno, los compromisos de deuda bordean los 60 mil millones de dólares, muy por encima del 40% fijado en la Constitución, de la relación deuda versus PIB que debe existir. Llama la atención el drástico cambio en la naturaleza de los acreedores desde la reestructuración de la deuda externa en el 2008, Bancos y los mercados pasaron de representar el 30% de toda la deuda pública interna y externa del país, a solo 5% aproximadamente. Las necesidades de financiamiento llegaron a casi mil millones de dólares mensuales.
Para Junio de 2017, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró las siguientes variaciones: -0,58% la inflación mensual; 0,16% la anual y 0,32% la acumulada; mientras que para el mismo mes en el 2016 fue de 0,36% la inflación mensual; 1,59% la anual y 1,29% la acumulada. Cabe señalar que la reducción de precios no se trata necesariamente de mejoras en la producción, sino más bien a la reducción de precios que realizan los productores para mantenerse en el mercado, dada la reducción de ventas que se han registrado en el último año.
Figura No. 3: Inflación
Fuente: INEC (http://www.ecuadorencifras.gob.ec/canasta/)
De hecho, los últimos registros del INEC demuestran variaciones importante en la tasa de desempleo y subempleo, registrándose una tasa de desempleo de 4.5% a nivel nacional, siendo 5.7% en las zonas urbanas y 1.9% en las zonas rurales, con un subempleo en crecimiento. Se evidencia de un crecimiento de informales. Cabe señalar que el tipo de empleo que se da en el sector rural es por destajo, es decir pagan estrictamente por la actividad que el trabajador va a realizar. Eso no involucra seguridad social, pago de utilidades; siendo un problema que en el largo plazo se evidenciará cuando esas personas no tengan acceso a pago de pensiones y en el corto plazo a los beneficios que da la seguridad social. Asimismo, Quito tiene un desempleo del 7,8%, muy por encima de la media que destaca el INEC, mientras que Guayaquil tiene un desempleo del 5,3%.
En lo concerniente a la recaudación tributaria se evidenció una caída en el 2016, respecto al 2015. Lo esperado, por el gobierno al 2016 era de 14,100 millones de dólares y solo alcanzó el 87% de esa cifra (12,226 millones de dólares), un 9% menos respecto a lo que recibió en el 2015 (13,371 millones de dólares), cabe señalar que se recibieron 1,160 millones de dólares por concepto de contribuciones solidarias, producto de la ley expedida después del terremoto del 16A, si consideramos el primer semestre de este año la meta esperada fue de 7,052 millones de dólares y llegó a un 99% (6,870 millones de dólares) aunque fue un 11% mayor al mismo semestre de 2016. Los impuestos que mayor recaudación generan, siguen siendo el de la renta e IVA, por concepto de ley de contribución solidaria generó 438 millones de dólares hasta cuando estuvo vigente. De lo recaudado en impuestos, tasas y contribuciones a los ecuatorianos se destina un 79% para pagar los sueldos y las compras de bienes y servicios de consumo de los servidores públicos. Cabe señalar que se han realizado 11 reformas tributarias desde el 2007, creando nuevos impuestos y un centenar de cambios de tributos. El alza de impuestos genera una disminución del consumo de los ciudadanos (caída del índice de confianza del consumidor), lo que implica menos ventas, menos producción y menor recaudación.
EL PIB registró una contracción del 2015 al 2016, y para este año se espera una recuperación cercano al 1%, todo dependerá del comportamiento de ciertas variables tales como; el consumo de los hogares, el gasto público (existen anuncios de reducción del mismo), cómo reaccionen las empresas en lo relación a la inversión, comportamiento de los commodities en el mercado internacional, etc. Los sectores más afectados en la economía estos dos últimos años han sido la construcción, comercio, y turismo. Hay un comportamiento constante en la agricultura, en la pesca, excluyendo el camarón.
En el segundo semestre del año se debe mejorar el consumo en los hogares, una revisión de impuestos es imperante. Tratando que la actividad económica gira alrededor del sector privado y no público. Esto como una recomendación en el corto plazo, pero obviamente habrá que tomar medidas de largo plazo para sostener y mejorar la economía, con el fin de es atraer más inversión extranjera, buscar nuevos acuerdos comerciales, entre otras cosas.
Y es que la crisis económica incidió en la calidad de vida de la población, como lo muestra el Índice de Progreso Social que mide los avances sociales de los países, considerando necesidades humanas básicas, fundamentos de bienestar y oportunidades, en dicho índice, el Ecuador bajó dos posiciones del 53 (2016) al 55 (2017), evidenciado en Necesidades básicas que subió del 70 al 67, Oportunidades pasó del 68 al 88 y Fundamentos de Bienestar, del 41 al 45 (Acceso a la información y comunicaciones, del 66 al 85).
¿Qué puede hacerse? En el corto plazo, debe darse una revisión completa en que se gastan los impuestos y reestructurar los programas públicos ineficientes (depurando el gasto corriente, sin afectar educación, seguridad y salud), incorporar al comercio informal a la economía estructurada es una manera de ampliar la base gravable y recaudar tributos, ampliar la base de contribuyentes para elevar las recaudaciones, disminuir y eliminar impuestos, tasas y contribuciones (Evaluar la aplicación del anticipo del Impuesto a la Renta), iniciar proceso de renegociación de la deuda pública (mejores condiciones tanto en tiempo como en tasa de interés), implementar un plan de austeridad y disciplina fiscal, incorporar formas de flexibilización laboral (para mejorar las condiciones de contratación), transparentar los procesos de contratación pública, entre otras.
Mientras que en el largo plazo debe considerarse ampliar oferta exportable (además buscar nuevos mercados), atraer inversión extranjera directa (brindando un marco jurídico estable y confiable), fomentar las alianzas públicos-privadas, internacionalizar el sector financiero (para motivar una baja en la tasa de interés), desarrollar zonas de libre comercio en diversos puntos del país y revisar la política económica actual, de cara a fortalecer la dolarización.
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