Nadie duda de que Theresa May se va a ir del gobierno británico, presionada por la cólera del Partido Conservador y sus electores. La única interrogante es exactamente cuándo. La primera ministra continúa en Downing St pero sin poder, sin aliados y sin plan para el inicio de las negociaciones por el Brexit en Bruselas.
Los diputados le reprochan “la más desastrosa campaña de la historia del partido” y se oponen al acuerdo que ella quiere formar con el DUP, el partido de los unionistas protestas democráticos de Ian Paisley, el más reaccionario de Irlanda del Norte. Una petición 300.000 firmas circula para exigir que no haya acuerdo con el DUP, anti gay, anti aborto, anti teoría de la evolución y que se opone a las reformas sociales.
El DUP es una secta religiosa que presidió años el reverendo Ian Paisley, que ha ganado las 10 bancas que May desesperadamente necesita para completar su mayoría.
Los líderes de DUP exigen un “Soft Brexit” y una apertura de la última frontera europea en Irlanda con la de ellos, en nombre del Acuerdo de Paz del Viernes Santo, que puso fin a la guerra civil religiosa en la provincia.
Consultas para un desafío al liderazgo han iniciado el actual canciller Boris Johnson y el secretario del Brexit, David Davis, entre sus pares diputados Torys para reemplazarla. Los otros candidatos son su actual Chancellor de las Finanzas, Philippe Hammond, y la ministra del interior, Ambad Rud.
El favorito para reemplazarla es Boris Johnson, actual canciller y líder del Brexit. Los que conocen a Boris, ex alcalde de Londres, saben que es un ambicioso político, mucho más pro europeo de lo que la opinión pública conoce y que favorece la inmigración. Pero Hammond puede ser su contrincante más creíble.
Los torys son famosos por su brutalidad en la derrota. El Día Después, los perdedores son eso: ”loosers” y no hay perdón para ellos. El 59 por ciento de los militantes conservadores cree ahora que May debe renunciar, de acuerdo a un sondeo realizado en el sitio de Conservative Home. El 36,66 considera que debe permanecer.
La probable coalición con el DUP horroriza a los diputados tories, que sufrieron al reverendo Ian Paisley como diputado en la Cámara de los Comunes y conocen profundamente sus convicciones religiosas. La líder conservadora escocesa Ruth Davidson, nueva estrella tory, gay y a punto de casarse con su pareja, se opuso a esa posibilidad.
El Brexit que se va a aplicar es una incógnita. May perdió el mandato de su propio referéndum por el Brexit.
Un partido dividido, el Brexit, sin mayoría parlamentaria y sin aliados, han vuelto la posición de May absolutamente insostenible y peligrosa para los intereses británicos.
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