En psiquiatría se llama embriaguez patológica a una intoxicación con una evidente relación con cuadros psicopatológicos de base. Hay la embriaguez con excitación motriz, embriaguez con alucinaciones y embriaguez delirante con una enorme capacidad de fabulación. En el caso del alcoholismo crónico están los trastornos que se llaman de tipo agudo. En ese estado de confusión se presenta algo absolutamente vivido en el que aparecen las llamadas zoopsias y micropsias, arañas, objetos pequeños, con predomino de alucinaciones de tipo visual.
Su característica es la presencia de alucinación visuales y auditivas y lo que se llama delirio ocupacional, donde la persona ejecuta todos los movimientos y acciones vinculados a su trabajo en un estado de acción, de puesta en escena con fases de tranquilidad y fases de excitación.
El desencadenamiento no es a veces por una ingesta aguda de alcohol, porque son consumidores crónicos. El abogado de la exjueza Lorena Collantes que había protagonizado un bochornoso suceso en Guayaquil, con amenaza a miembros de la Fuerza Pública por supuestamente estar vinculada sentimentalmente a uno de los hombres más poderosos del país, ha recurrido a esa figura para explicar el comportamiento de su clienta.
Un flaco favor le hace el abogado porque no se explica cómo la exjueza había podido superar los exámenes para calificar como jueza. Y peor cómo pudo haber ejercido de jueza. Lo mínimo sería que todos los casos abordados por ella pasen a revisión.
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