Especial desde Estados Unidos
Las elecciones que se desarrollaron el pasado 8 de noviembre en Estados Unidos dejan muchas lecciones: primero, se observa un país bastante dividido; segundo, el populismo puede caber en las sociedades que creemos más desarrolladas; tercero, la campaña se cumplió con dos candidatos que eran los más impopulares en la historia y quienes se trataron con un nivel de insultos nunca antes visto en una campaña estadounidense y cuarto, se pronunció un grupo con alto descontento al establishment que finalmente llevó a Trump a la presidencia.
La campaña de Donald Trump rompe esquemas porque su principal alocución fue dirigirse contra el establishment de Washington, lo que representan los políticos tradicionales, incluso saliéndose de la línea partidista de los Republicanos (en muchos temas y tratando de conciliarse al final con los mismos), su candidato y ahora electo Vicepresidente sirvió de puente en las últimas semanas de campaña con las raíces y valores Republicanos.
También se observa que la gran mayoría de encuestas fallaron, por ejemplo el portal Real Clear Politics, mostraba una lucha cerrada en todas las encuestas a nivel nacional que consolida pero al final una victoria para la candidata demócrata . Entonces ¿qué pasó? Pues existió un importante voto oculto y vergonzante que no fue medido, las encuestas se direccionaron a personas que ya habían votado antes, muchas personas indicaron que su voto sería para Hillary Clinton por no admitir que lo harían por Trump; y no se reflejo el voto rural, que se movilizó en una importante cantidad de electores nunca antes vistas.
Al inicio de los resultados se observó que Clinton ganaba en los Estados claves y que eran los más disputados: Ohio, Pensilvania, New Hampshire, Carolina del Sur, incluso la Florida, lo que sucedía es que estaba entrando el voto de las zonas urbanas, pero a medida que entra el voto de las zonas rurales se observó como cambiaba la tendencia de manera impresionante. Incluso en bastiones demócratas como Wisconsin y Pennsylvania, y donde esté último estado cerró la campaña Clinton, incluso el estado de Virginia (donde es originario su candidato a vicepresidente), estuvo a punto de perderlo.
De cara al futuro
Estados Unidos queda sumida en la polaridad -y enhorabuena el primer llamado de Donald Trump es a la unidad, igual llamado realizó Clinton-.
Estados tradicionalmente Republicanos como Kentucky, Indiana, Georgia, Luisiana, Tennessee entre otros registraron importante asistencia por parte del electorado, en algunos de ellos Trump saca una ventaja de casi 2 a 1en relación a Clinton; son Estados “rurales” y que se catalogan como “el sur profundo”, porque pertenecieron a la confederación, en la época de la Guerra Civil norteamericana; versus el comportamiento de estados como California, New York, etc., que se inclinaron por Clinton, lo deja profunda diferencia en relación a los temas regionales. Los estados industriales le dieron la espalda a Clinton de manera sorpresiva y donde la candidata demócrata realizó importantes esfuerzos a lo largo de su campaña.
También es importante destacar los temas de raza, porque los blancos (especialmente los de zonas rurales y de limitada preparación académica) son los que más han salido a votar y eso que su nivel de representación bajó de 72% al 70% en relación a las elecciones del 2012. Este grupo tienen un tinte machista y en una proyección ocho de cada 10 votaron por Trump. Esto muestra las disparidades en temas de género. Creo que no había cabida en ellos de que una mujer sea la presidenta y ese machismo también se reflejó en la elección. De igual manera, las minorías no tuvieron la participación que se esperaba., por ejemplo los latinos crecieron en representación pasando del 12 % al 13 % y los afros descendieron del 12 % al 11 % con respecto a la elección del 2012, pero no salieron a votar en gran medida. El resultado es una caída en el voto latino y en el voto afro hacia los Demócratas con respecto a la elección del 2012 y eso explica toda la estrategia de Barack Obama, que era el más conectado con esos grupos, pero no dio los resultados deseados. Ahí interviene más la personalidad de Hillary Clinton, ella no se conectó con esos grupos en donde también entran los jóvenes que apoyaron a Bernie Sanders (pre candidato demócrata que abogaba también por una transformación del establishment),pero tampoco se movilizaron como se esperaba. Si bien Hillary ganó en esos grupos, con respecto a Donald Trump, votaron en menor medida en relación a la elección del 2012.
Análisis económico
A partir de que se emitieron los primeros resultados y se apreciaba una tendencia hacia la victoria del candidato republicano, los mercados empezaron a caer, y se genero una incertidumbre para los próximos cuatro años con la economía. El mercado de futuro cayó, el Dow Jones abrió a la baja, similares reacción a os sucedido en Brexit meses atrás pero se recuperarán a medidas que Trump realice anuncios entorno al manejo económico que realizará (espero). Muchos analistas indicaron que el costo del plan económico del candidato Trump (ahora presidente electo) iba a reflejarse en una reducción del PIB de cercana a los tres puntos y un aumento del déficit para los próximos años.
Esta elección va a llamar a la preocupación a América Latina y en especial a México, Colombia y China; con respecto a México, Trump desde un comienzo planteo entre sus propuestas la construcción de un muro y no dar paso a reformas migratorias, a revisar los acuerdos comerciales que se tenían con México y Canadá y donde los expertos calculan que se han creado cerca de 15 millones de puestos de trabajo derivados de las inversiones de EEUU, en esos países, además de que lado Estados Unidos tenía un superávit con México hace 12 años por poco más de USD 1.000 millones y ahora tiene un déficit de USD 50.000 millones. La s promesas de campaña de Trump va en contra de los preceptos republicanos que son de apertura del mercado y libertad económica, promoviendo un proteccionismo para “consolidar” a un Estados Unidos más fuerte.
Los votos de las ciudades industrializadas
Donald Trump dijo lo que otros no se atreven a decir y aquellas personas se ven identificadas, él representa a aquellos grupos que tradicionalmente se sienten olvidados o no han sido escuchados por las administraciones anteriores, ese electorado se conectó y se identificó. No todos los grupos sociales están contentos con la administración Obama y Trump supo llegar a ellos, y estados como obreros como Míchigan, Ohio, etc.; se inclinaron por él.
Se observa además, sería la quinta ocasión que ocurre siendo la última la elección de Al Gore versus Bush, y es que Clinton gana el voto popular pero no el electoral y esto es debido al hiperdescentralizado sistema de votación EEUU donde todo voto y por en de todo Estado cuenta.
En Estados Unidos se ve consternación en algunas ciudades. Lo que se explica aquí es que se ha manifestado el voto escondido, el voto de quienes no han estado acostumbrados a participar en elecciones y ahora sí lo hicieron, a favor de Trump. Esto se da por el tipo de estrategia que llevó durante su campaña. Se pensaba que era un candidato sin inteligencia emocional, que no sabía controlarse, y ahora todo tiene sentido, fue siempre la estrategia, mostrarse amenazante en los debates presidenciales (especialmente el último), decirle en la cara a Clinton, corrupta y que la mandaría presa; estaba diciendo lo que un ciudadano corriente quisiera decirle a un político. Mientras muchos le decían que la presidencia no es programa de TV, él siempre lo vio así y le funcionó, caímos todos en ese juego, sin darnos cuenta.
Lo que se creía pueda suceder en los próximo años debe replantearse a raíz de la victoria de Trump, solo la historia determinará si la decisión tomada en EEUU mueve las bases del orden mundial.
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