Estados Unidos decide hoy su futuro, por un lado está Hillary Clinton y por otro Donald Trump. Este último ha presentado una campaña peligrosa para el pueblo norteamericano y para Latinoamérica porque en su discurso ha dado claras muestra de xenofobia, por ejemplo ha estigmatizado a los mexicanos y a los latinoamericanos que viven allá; los ha señalado como personas que no aportan, que son delincuentes…
En ese sentido es peligroso que un candidato a presidente tenga ese tipo de discursos. Eso no se ha visto –y vale la pena señalar- en los expresidentes. Jamás lo han señalado personajes como Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Harry S. Truman… Por eso reitero que el problema de Trump es que tiene un discurso xenofóbico, que además juega con medias verdades y con un populismo que no se ha visto antes en ese país.
Es preciso recordar que el actual mandatario, Barack Obama, -la misma línea que Clinton- envió los proyectos de ley de migración al Senado, pero al no tener la mayoría necesaria no logró mayores avances, pero ha trabajado en el tema. De ahí se desprende que si el partido Republicano boicoteó el tema y en caso de ganar Donald Trump la presidencia, todas las iniciativas con el tema migratorio se pueden perder.
Estados Unidos va más allá de la estatua de la Libertad de Nueva York, en la parte sur está compuesto también por los que perdieron la guerra civil y mantienen ideas diferentes que podrían votar a favor de Donald Trump porque concuerdan con sus ideas. Sin embargo hay que resaltar que todos los expresidentes vivos de Estados Unidos, Demócratas o Republicanos se han pronunciado en contra de su candidatura.
Para Ecuador en particular este candidato muestra un panorama negativo. Un hecho reciente es que no se logró la protección y exoneración de nuestros migrantes por el terremoto en la administración de Barack Obama, esto se complicaría más aún con Trump.
Por otro lado, Hillary Clinton tiene experiencia para poder dirigir el primer país del mundo porque ha ocupado cargos en el Gobierno y ha estado vinculada a la Casa Blanca durante algunos años.
Otro tema a considerar son los debates. En Estados Unidos están institucionalizados y quedó establecido que la persona más preparada apara asumir ese puesto es Hillary Clinton, quien disputa el puesto con el populismo que presenta su adversario. Un populismo que ha llegado a una sociedad tan avanzada y que tradicionalmente se ha manejado por políticas de Estado permanentes; pero el discurso de Trump está lejos de eso. Incluso ha mencionado que en caso de perder las elecciones no va a reconocer el sistema electoral norteamericano.
Las elecciones en ese país son complejas porque el voto no es obligatorio y las encuestas dicen que las cosas están bastante ajustadas -claro que las encuestas son una foto del momento- pero puede ser que al último momento cambien.
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