Una nueva agenda para las ciudades fue presentada por la ONU en Hábitat 3, en Quito, uno de los eventos más importantes en el mundo para poner sobre el tapete los debates sobre el modelo de ciudad a seguir en los próximos 20 años. Es una agenda no vinculante para los Estados, pero que debería ser de obligatorio cumplimiento si se quiere acortar la brecha de desigualdades propiciada por un crecimiento desordenado de las ciudades, con lunares de miseria que se agrandan a pasos agigantados.
Las ciudades han crecido a un mayor ritmo que sus habitantes y son sometidas a un clima extremo, de ahí que generan un 70% de los efectos de gases invernadero, según esa agenda. Son ciudades casi sin espacios verdes, donde el espacio público ha sido reducido al centro comercial.
La nueva agenda tiene como un eje fundamental la cultura, una estrategia diseñada por la Unesco para ayudar a mitigar la pobreza, las desigualdades y promover el crecimiento económico y la igualdad de género en un mundo donde casi mil millones de personas viven en asentamientos informales, un tercio más que hace 20 años.
Todas las personas tienen derecho a la ciudad sin discriminaciones de género, edad, raza, etnia u orientación política y religiosa, y preservando la memoria y la identidad cultural, dice la Carta Mundial de Derecho a la Ciudad, concebida como un espacio colectivo que pertenece a sus habitantes. Una Carta suscrita por la agenda.
Son buenas intenciones las de la agenda urbana. Pero es una hoja de ruta y ahora dependerá de los Estados su cumplimiento, si se quiere hacer realidad sus objetivos.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
La IA marca una nueva era en los procesos editoriales
Unos suben en ascensor panorámico veloz y otros en escaleras espinosas lentas
Mente positiva
ENTREVISTA: Energía sostenible: el futuro empieza en casa
¡Sí se puede!, otra vez levanta el ánimo del Ecuador