La cantidad de turistas que llegan al Ecuador ha disminuido en el último año por varios factores, uno de ellos tiene que ver con la revalorización del dólar que hace que el país sea menos competitivo en relación a las otras naciones de la región y los desastres naturales como el proceso eruptivo del volcán Cotopaxi y el terremoto del pasado 16 de abril.
Esto merma la visita de los turistas. Un ejemplo está en los resultados de las variables semestrales macroeconómicas del país. Según datos del Banco Central del Ecuador publicados el 3 de octubre pasado, el alojamiento y los servicios de comida registraron una contribución negativa de -0,05 puntos porcentuales de la variación del Producto Interno Bruto (PIB). “El Valor Agregado Bruto de Alojamiento y servicios de comida mostró un decrecimiento trimestral de -2.8% (t/t-1) y una tasa inter-anual (t/t-4) negativa de -7.4%”, según el Central.
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Sin embargo, en los últimos años hubo un incremento en la cantidad de turistas que visitaban el país. Según datos oficiales, los ingresos turísticos en Ecuador pasaron de USD 492.2 millones en 2007 a USD 1.691,2 millones en 2015, lo que representaría un crecimiento promedio anual del 13%. Entre otras cosas, esto está dado por las campañas que promocionó el gobierno como ‘Ama la Vida’, ‘All you need Ecuador’; no obstante, en el primer semestre del último año, comparado con igual periodo del 2015 sí se nota una disminución del turista, sobre todo por los aspectos analizados previamente.
Todo esto hace que Ecuador sea menos competitivo frente a otros países de la región, sobre todo por el tema de costos. Por ejemplo, una carta de comida de una cadena de hoteles que está presente en Ecuador y Colombia es tres veces más barata en el país cafetero. Eso hace que el turista que planee visitar Ecuador lo piense dos veces porque con la misma cantidad de dinero puede quedarse más días en otro lugar.
En Ecuador hay que apuntar a políticas públicas que fortalezcan ese tema. Por ejemplo, en el caso puntual del turismo educativo, el mismo se ha visto afectado por el incremento en las tasas de visado estudiantil. Antes, ese documento tenía un precio de USD 130, en la actualidad cuesta USD 460. El resultado de esto es que la gente que buscaba un visado para el país, ya no lo haga. En el Centro de Estudios Internacionales de la UEES mencionan que muchos estudiantes se frenan porque eso les incrementa los costos del intercambio. A pesar de que Ecuador sigue siendo atractivo por los recursos naturales que posee, el costo que representa arribar el país frena a los estudiantes.
Otro tema que encarece a Ecuador como destino turístico tiene que ver con las tarifas aéreas. Dentro del país es muy caro volar de un punto a otro. Hay muchos impuestos que hacen que se encarezca el pasaje. Por ejemplo, la tasa Ecuador Potencia Turística que establece un aporte de USD 10 por la emisión de cada pasaje aéreo que se emita en el exterior y que tenga como destino Ecuador, suma un valor al precio del pasaje encareciendo la llegada de turistas al país.
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Por otra parte, es importante decir que el precio de los pasajes depende del destino, en ciertas ocasiones las aerolíneas realizan promociones, pero por lo general un pasaje Guayaquil-Galápagos de ida y vuelta está a unos USD 250, según la temporada y en la ruta Guayaquil-Quito en las mismas condiciones sale en promedio en USD 130. Esto según el día en la que el pasajero quiera viajar; en ciertas ocasiones volar a Quito es más barato un fin de semana.
Aunque estos precios tienen que ver con la oferta y la demanda, sería interesante que exista la apertura del mercado aéreo ecuatoriano para que existan más aerolíneas que viajen dentro del país. A pesar de que estos temas se han tratado desde hace algunos años, aún no hay respuestas y van a quedarse así, al menos hasta que transcurra la época electoral.
En el campo turístico hay muchísimas cosas por hacer todavía. La idea principal es que se tenga políticas públicas claras que fomenten la circulación de los turistas, tanto nacionales como extranjeros. En este sentido, es importante la profesionalización del sector ya que, por ejemplo, desde la creación del Ministerio de Turismo, hasta la actualidad no ha existido ningún Ministro de esta cartera de Estado que haya estudiado turismo formalmente.
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