Uno de los principales problemas ambientales a los cuales se enfrenta el planeta lo constituye el modelo de desarrollo que la población humana ha desarrollado. Un modelo de desarrollo basado en explotación de recursos no renovables y un uso energético per cápita desmedido. Evidentemente existen diferencias en el uso de recursos, pero como ejemplo, para que el planeta pueda mantener el nivel de vida que hay en los países más ricos deberíamos tener cinco planetas tierra con la población actual. Aunque esta aseveración parece no tener nada que ver con los problemas ambientales, realmente esta es la causa principal de estos problemas, el incremento en el uso de combustibles fósiles, el requerimiento de recursos naturales y minerales, la necesidad de más áreas de cultivo en detrimento de áreas de bosques naturales, es originado por esta necesidad de recursos que tenemos los seres humanos.
Esta situación ha ocasionado, lo que actualmente parece ser uno de los problemas más importantes a los que la población humana se enfrenta, el cambio climático. Si bien esta temática ha logrado un gran posicionamiento en la comunidad, aún no somos lo suficientemente consientes de los efectos que esto puede ocasionar, sobre todo porque aunque ahora existen ciertos impactos ya observables de este cambio, los científicos prevén que estamos en un punto cercano al no retorno, esto implica que pasado un umbral los efectos cíclicos generados por el cambio global empujara a cambios cada vez más rápidos y drásticos.
En nuestro país se está planteando un cambio de estos paradigmas intentando dar mayor valor al medio ambiente y al bienestar como un modelo distinto de desarrollo, sin embargo, falta mucho por recorrer y la dinámica extractivista sigue teniendo un rol preponderante sobre los recursos naturales.
Toda actividad humana por más simple que esta sea genera cambios en la naturaleza, por lo que aglutinar una gran población genera una serie de retos a una ciudad. Estos retos, se centran en tres grandes temas: la gestión de residuos, emisiones de gases invernadero y la dependencia de recursos para la población.
La gestión de residuos dentro de las grandes ciudades es uno de los mayores retos ambientales que una gran ciudad debe enfrentar. El cambio de residuos orgánicos más fáciles de gestionar a residuos tóxicos y de diferente proveniencia se constituye en situaciones que complican aún más esta gestión. La gestión de residuos no solo implica su disposición final, muchas ciudades han mejorado la tecnología para reducir y mitigar los impactos de este proceso. Sin embargo, el problema de gestión de residuos es integral, desde la generación mismo de los desechos.
Otro de los grandes problemas, es la emisión de gases de efecto invernadero como producto de la combustión de combustibles fósiles. Las fuentes de esta contaminación son variadas y van desde el uso de automóviles hasta los requerimientos energéticos de edificios, pasando por industrias. La contaminación atmosférica y la movilidad de las personas es un balance difícil de mantener para una ciudad, el acceso cada vez mayor a vehículos de parte de la población, que además en nuestro país es un parque automotor envejecido y con poco control de emisiones (aunque esto está cambiando en el país) tienen o puede tener un efecto importante en la calidad del aire de las grandes ciudades. Por otro lado, ciudades con desarrollo industrial se enfrentan a problemas importantes en cuanto a emisiones, si bien la legislación tiene medidas para reglar las emisiones, la posibilidad de realizar monitoreo de estas hace que el control de estas emisiones sea una tarea compleja.
Finalmente, la contaminación de fuentes que proveen recursos a la ciudad es un problema grave. La reducción de áreas de bosque alrededor de las fuentes de agua y reducción de zonas agrícolas genera problemas de abastecimiento que a su vez magnifican otros problemas. La dependencia de productos que llegan de fuera, la necesidad de procesos cada vez más costosos de depuración de agua por ejemplo son efectos que resultan de estos problemas.
Aunque estos problemas son generales para la mayoría de las grandes ciudades, la importancia de cada uno de estos es diferente, las ciudades de la Sierra sobre todo como Quito o Cuenca tienen o comienzan a tener problemas importantes sobre la calidad del aire, mientras las ciudades de la costa se enfrentan a problemas relacionados con el acceso a importantes recursos como el agua.
En el país existen varias iniciativas que están encaminadas a solucionar algunos de estos problemas, sistemas más eficientes de movilidad, o controles más rigurosos de emisiones o sobre porcentajes de áreas verdes. Sin embargo, es necesario pensar las ciudades de forma integral y estimular acciones que permitan paliar los efectos de las grandes urbes. Creo que este es el primer paso, pensar a la ciudad de forma integral.
Solucionar problemas de movilidad, mejorando los sistemas de transporte público, mejorando espacios de movilidad alternativa como bicicletas debería ser una prioridad en estas ciudades grandes.
La gestión de residuos desde la producción, concienciar a la población y a las empresas e industrias, para ser más eficientes y reducir los residuos puede apoyar a mejora la gestión de residuos.
En ciudades grandes comienza a existir movimientos importantes que motivan a la sociedad a generar espacios verdes en sus entornos. Espacios verdes que incluso implican cultivar verduras y legumbres, son sin lugar a dudas acciones que mejoraran las condiciones para la población pero también para la naturaleza asociada a las grandes ciudades.
Aunque todas estas acciones contribuyen a mitigar los impactos propios de una gran ciudad, es de suma importancia que las urbes dispongan de sistemas de monitoreo de calidad ambiental, que permitan conocer con tiempo las tendencias de estos problemas ambientales y poder tomar acciones para mitigar estos efectos.
Según el BID una ciudad sostenible debería cumplir las siguientes características o dimensiones: i) sostenibilidad ambiental y cambio climático; ii) desarrollo urbano sostenible; iii) sostenibilidad económica y social y iii) sostenibilidad fiscal y gobernabilidad.
Sin lugar a dudas una ciudad sostenible debe manejar los recursos naturales asociados a la ciudad y los efectos de contaminación producidos por ella (sostenibilidad ambiental), debe promover y organizar el crecimiento de la ciudad en el cual se evidencie las acciones concretas que permita solucionar los temas de movilidad y recursos como agua, luz pero también que incluya la integración de espacios naturales (desarrollo urbano sostenible).
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Habría que consultar a la ciudadanía, es una buena intención, pero cuál sería el resultado en una urbe con intereses contrapuestos?, algunos querrían espacios públicos para pasear y ensuciar con sus mascotas, otros para pintarrajear las paredes, unos para bicicletas otros para vehículos, etc., entonces no se hará nada, esperando consensos. Alguien tiene que decidir lo que se hará, solamente que deberá ser una persona de buena voluntad, preparada y persuasiva
Considero, en relación al artículo Espacio público: la ciudadanía debe ser consultada,
que no solo debe ser consultada, hace falta un proceso de formación sobre lo público. Este proceso debería ser parte de la malla curricular de la escuela básica y media. Es lamentable que estudiantes de todo nivel de educación, tanto fiscal como particular, manifiesten total indiferencia frente a sus responsabilidades con el espacio público que ocupan y disfrutan.
Si bien es cierto hay avances y prioridad que se quieren dar a los problemas ambientales, aun queda mucho por hacer, las conclusiones hay que pensarlas en macro y como políticas publicas de cada país comenzando por el recurso hidrico (recuperando los bosques y declarando zonas de exclusión agrícola y minera a estas zonas); luego en cada ciudad grande y en vías de desarrollo manejar y mejorar los sistemas de manejo de los desechos de manera integral desde su generación hasta su disposición final (mejorar sistemas de recolección, educación ambiental a la población y mejorar el manejo e implementacion de rellenos sanitarios); y por ultimo las soluciones a las emisiones de CO2 (reduciendo la quema de combustible controlando la emisión de material particulado a los automotores vetustos , optando por utilizar vehículos híbridos o eléctricos y hasta bicicletas dentro de las urbes)