
Un brote de malaria o paludismo afecta la Amazonía del país. En las últimas dos semanas se registra alrededor de un centenar de casos, la mayoría en Pastaza. Las autoridades sanitarias informaron que “hasta ahora el brote está confinado a la zona selvática”, en la frontera con Perú, donde la población indígena está en constante movimiento, sin que este mal llegue todavía a Loja o El Oro.
La ministra de Salud, Margarita Guevara, reveló que se elaborará una estrategia binacional para actuar y se pedirá al vecino país que “se responsabilice” de sus linderos para controlar esta situación.
La malaria no es un virus sino un parásito que es transmitido por el mosquito anopheles, que se reproduce en el agua sucia, por lo que se trata de un vector difícil de controlar, a diferencia del Aedes Aegypti, que vive en el agua limpia estancada y transmite el dengue y el zika.
Según la subsecretaria Catalina Yépez, también se registran casos de paludismo en San Lorenzo y Tobar Donoso, en Esmeraldas, poblados que colindan con Colombia, país donde se cuentan por decenas de miles los contagios. (I)
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