Al grito de “¡Queremos comida!”, varias decenas de manifestantes, en su mayoría de origen pobre, bloquearon dos de las principales avenidas del centro de Caracas en protesta por la creciente escasez de alimentos. Los comercios de la zona cerraron por precaución mientras el tránsito fue desviado hacia otras vías, lo que generó un fuerte congestionamiento de vehículos en algunas avenidas.
La protesta, según diario El Universo, se inició cerca del mediodía, cuando las autoridades se llevaron un cargamento de productos que iba a ser vendido en un comercio de la zona. El retiro de los productos desató la ira de decenas de personas que aguardaban desde la madrugada en el lugar para comprar los alimentos.
Los frustrados compradores de inmediato cerraron la céntrica avenida Fuerzas Armadas al grito de “¡Y va caer, y va caer, este gobierno va a caer!” mientras desde los edificios algunas personas sonaban cacerolas en señal de respaldo a los manifestantes. En pocos minutos decenas de guardias nacionales y policías, con equipos antimotines, tomaron los alrededores para tratar de reabrir la vía.
Los jóvenes manifestantes colocaron una barrida de basura en medio de la vía y se enfrentaron a los guardias nacionales lanzando botellas, piedras y otros objetos.
Algunos comenzaron a movilizarse hacia la céntrica avenida Urdaneta para cerrarla. Guardias nacionales y policías formaron un gran cordón en medio de la vía para evitar el avance de algunos de los manifestantes que amenazaban con subir hacia el palacio de gobierno, que está a más de un kilómetro del sitio donde se registró la protesta. La policía lanzó algunos gases lacrimógenos para tratar de dispersarlos.
“¡Queremos comida. Nos están matando de hambre! Nuestros niños a esta hora no han almorzado”, dijo Wilfredo Martínez, un pastelero de 40 años, entre desesperados gritos.
“No tengo nada en mi casa, por eso salgo a la calle esperando que haya algo para comer porque no hay nada”, dijo María Marcano, un ama de casa de 55 años, al explicar las razones que la llevaron a sumarse a la protesta.
En medio de la protesta se presentaron supuestos seguidores del gobierno, algunos de ellos armados, quienes entre gritos y golpes se enfrentaron a los manifestantes y algunos periodistas y fotógrafos que cubrían la protesta.
La Fiscalía General abrió una investigación por las agresiones físicas, robo de equipos y pertenencias que sufrió un grupo de periodistas, camarógrafos y fotógrafos en medio de la protesta, indicó en un comunicado el organismo sin ofrecer más detalles.
Decenas de guardias nacionales, algunos en motocicletas, lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes para dispersarlos. Desde los edificios aledaños algunos habitantes comenzaron arrojar botellas y piedras a los militares mientras les gritaban insultos y les decían “tenemos hambre”.
El alcalde oficialista de Caracas, Jorge Rodríguez, responsabilizó a un grupo de la oposición de las protestas y dijo que algunos comercios descargaron sus mercancías a mitad de la mañana “para que se generen estos focos de disturbios”.
Por su parte, el dirigente opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles expresó a través de su cuenta de Twitter: “Cada día nuestro Pueblo más cerca de Miraflores (palacio de gobierno) exigiendo comida”. Agregó: “Quién podrá más? El Pueblo venezolano o Nicolás Maduro y su cúpula corrupta?” (I)
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