La celebración del 17 de Mayo como Día del Internet es un momento propicio para recordar que la ONU ha declarado el acceso a Internet como un derecho humano fundamental, y de allí insistir en que debe ser una de los políticas públicas prioritarias de los Estados el lograr que todos los ciudadanos tengan acceso a la web.
Tales políticas públicas deben incluir la necesidad de que se reduzcan los costos de Internet, que la calidad de navegación mejore y que los niveles de alfabetización digital crezcan.
En este marco, es importante resaltar que la seguridad digital debe ser de atención de todos los ciudadanos.
De la misma forma en que cada día cuidamos en el mundo físico nuestras pertenencias, usamos llaves para dejar cerradas nuestras casas y autos, o cuidamos con quién entablamos una conversación en la calle, de la misma manera debemos tomar conciencia de la importancia de hacer de la seguridad digital un hábito.
En materia de seguridad digital no se trata de crear paranoias ni de dejar el tema solo en términos muy técnicos alejados de los ciudadanos en general. Se trata de entender que debemos precautelar la información que subimos a la web o que guardamos en un dispositivo. Va desde utilizar buenas contraseñas, no usar redes wifi públicas para hacer transacciones bancarias, o saber cómo evitar ser víctimas de engaños vía phishing, hasta usar herramientas como PGP para encriptación de contenidos de ser el caso, o utilizar HTTPS para navegación segura. De allí la importancia de capacitarnos como ciudadanos en seguridad digital.
Junto con ello, es importante en términos democráticos velar porque se mantenga el concepto de la universalidad en Internet, porque se promueva el flujo de ideas, información y opiniones, y se gestione una red alimentada por la contribución de diversos sectores.
Normas internacionales de libertad de expresión hablan del derecho de todos los ciudadanos a buscar, recibir y difundir información, y eso debe tener plena aplicación en el mundo del Internet. No debe haber censura a puntos de vista políticos, ideológicos o de creencias que no sean del agrado de uno u otro sector. Por supuesto, cuando se propagan delitos en la red como pornografía infantil o amenazas de muerte, esto debe ser investigado y sancionado. Pero no debe acallarse una voz, sean sitios webs de activismo político o medios de periodismo en línea, por medio de censuras o el uso de técnicas como los llamados ataques DDoS, ataques de denegación de servicio, que buscan inhabilitar un sitio Web.
En Internet, y en el mundo físico, las ideas deben ser contrapuestas con ideas, no con censura. En una sociedad democrática debe haber más pluralidad y no voces silenciadas.
Por supuesto, también hay que hacer un llamado a los ciudadanos en general, con énfasis en autoridades, líderes de opinión y periodistas, a verificar la información que se difunde en Internet, donde hay un mezcla de hechos confirmados, opiniones, desinformaciones, rumores y falsedades. Sin duda, cuando un medio de comunicación o un líder de opinión difunde información falsa o inexacta hace daño a su propia credibilidad.
Así, en el Día del Internet es menester recordar que debe ser tarea de todos el hacer un mejor uso de la web para promover una sociedad más democrática y plural.
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