A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco se consolidó como una de las voces morales más firmes a favor de la paz y la reconciliación en el mundo. En un contexto marcado por conflictos armados, desplazamientos forzados y polarización social, su mensaje constante fue un llamado urgente al diálogo, la compasión y la justicia.
Desde su elección en 2013 como el primer Papa latinoamericano, Jorge Mario Bergoglio denunció con fuerza la lógica de la guerra y la industria armamentística. En múltiples intervenciones, reiteró que “toda guerra es una derrota”, y que no podía justificarse en nombre de ideologías, intereses económicos o razones políticas. En tiempos de escalada bélica, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, o la violencia en Gaza, Francisco no se mantuvo en silencio: organizó jornadas de oración por la paz, hizo llamados directos a los líderes mundiales e impulsó acciones humanitarias desde el Vaticano.
Además de su condena a la violencia internacional, también insistió en la construcción de una paz cotidiana: aquella que nace del respeto al otro, del cuidado del lenguaje, del encuentro con el diferente. Para Francisco, la paz no era solo la ausencia de guerra, sino la presencia activa de justicia, solidaridad y dignidad humana. Su mensaje interpeló especialmente a América Latina, una región históricamente golpeada por la desigualdad, la violencia estructural y la exclusión.
En un mundo que muchas veces eligió el camino del enfrentamiento, Francisco optó siempre por el camino del perdón, la escucha y la diplomacia. Su legado pacifista y profundamente humano quedó plasmado en sus gestos sencillos, sus discursos firmes y su incansable labor por ser “artesano de la paz”, como solía decir.
¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!
A mi lindo Ecuador
El Papa Francisco y su visión de una Iglesia abierta, inclusiva y en salida
El Papa Francisco: una voz de paz en medio del caos global
Elogio de la ficción
Francisco y América Latina: el Papa que volvió la mirada al sur