Un total de 79 atentados han sido abortados en Francia desde la ola de grandes ataques terroristas que sufrió el país en 2015, lo que ha permitido salvar «decenas de vidas», según los servicios secretos.
En una entrevista emitida este viernes por la emisora RTL, el responsable de la lucha antiterrorista de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI), cubierto por el anonimato, subraya que pese a todos esos atentados desbaratados la amenaza sigue siendo «muy elevada en Francia» y más en general en Europa y en Occidente.
«Es una amenaza perenne», señala después de que el pasado sábado un argelino en situación irregular y fichado por terrorismo mató con un arma blanca en el centro de la ciudad de Mulhouse a un paseante de 69 años e hirió a cinco agentes municipales al grito de «Alá akbar» (Alá es el más grande), antes de ser arrestado.
El responsable de la DGSI considera que «cualquier ataque por definición es un fracaso» para sus servicios pero también «para toda la sociedad».
Pero puntualiza que desde el punto de vista técnico, hay fracaso cuando no se explotan las informaciones disponibles y, en el caso del terrorista de Mulhouse, identificado como Brahim Abdessemed, que estaba diagnosticado como esquizofrénico, «nada hacía presagiar su paso al acto».
Abdessemed, de 37 años, estaba fichado porque había sido condenado por apología del terrorismo a finales de 2023 a seis meses de cárcel, pero no era objeto de seguimiento por la DGSI porque no estaba en la lista de los que se consideran particularmente peligrosos.
El responsable de la DGSI cuenta que una de las tendencias que constatan es que los que intentan cometer una acción terrorista, cada vez son más jóvenes. Así, entre los que han sido detenidos desde 2023, un 70 % tenían menos de 21 años y hay muchos menores de edad. EFE
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