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}Un reciente estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition ha revelado que un nutriente esencial, pero muchas veces pasado por alto, podría reducir el riesgo de demencia en un 23%: la colina. Este compuesto, vital para diversas funciones del cerebro y el sistema nervioso, ha demostrado desempeñar un papel crucial en la regulación de la memoria, el estado de ánimo y otras capacidades cognitivas.
A pesar de su importancia, la mayoría de las personas no consume cantidades suficientes, lo que podría estar relacionado con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Los hallazgos abren nuevas oportunidades para la prevención de estos trastornos a través de cambios simples en la alimentación.
La colina, un nutriente esencial poco conocido, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud del cerebro y el sistema nervioso. Similar a las vitaminas del complejo B, regula funciones críticas como la memoria, el estado de ánimo y el control muscular. Además, es esencial durante el desarrollo prenatal, ya que favorece la formación y funcionamiento adecuado del cerebro en los bebés.
A pesar de su importancia, muchas personas no consumen suficiente colina, lo que podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como la demencia.
El déficit de colina y su relación con la demencia
Aunque el hígado produce pequeñas cantidades de colina, estas no son suficientes para cubrir las necesidades diarias recomendadas, que son de 425 mg para mujeres adultas y 550 mg para hombres, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Por lo tanto, gran parte debe provenir de la dieta o de suplementos. Esta carencia es preocupante, especialmente en el contexto de la salud cerebral.
Investigaciones recientes han encontrado un vínculo significativo entre la ingesta insuficiente de colina y el desarrollo de demencia y deterioro cognitivo leve (DCL), una condición caracterizada por problemas de memoria y pensamiento superiores a los esperados para la edad y el nivel educativo de una persona. El DCL puede evolucionar hacia formas más graves de demencia, como el Alzheimer.
Este estudio, publicado en enero de 2025, analizó cómo la ingesta de colina influye en la salud cognitiva. Los investigadores emplearon datos del Biobanco del Reino Unido, una base de datos que contiene información de salud y genética de más de 500.000 personas. De esta cohorte, se seleccionaron más de 125.000 participantes que cumplieron con criterios específicos, como haber registrado su consumo alimenticio en un diario en línea durante al menos dos ocasiones en un seguimiento de 12 años.
La edad promedio de los participantes era de 56 años, y el 56% eran mujeres. Se evaluaron diagnósticos de demencia, Alzheimer y DCL mediante registros hospitalarios y certificados de defunción. Además, se llevaron a cabo pruebas cognitivas iniciales para medir atención visual, velocidad de procesamiento complejo, inteligencia fluida y memoria episódica.
Los investigadores ajustaron los resultados considerando factores demográficos y de estilo de vida, como sexo, edad, nivel socioeconómico, índice de masa corporal, tabaquismo y actividad física, para descartar posibles influencias externas en la relación entre la colina y el riesgo de demencia.
Resultados y recomendaciones del estudio
Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos según su consumo de colina. Las cantidades promedio de ingesta diaria en cada cuartil fueron:
Los hallazgos destacaron que las personas con una ingesta moderada de colina, equivalente a entre 333 mg y 354 mg al día, tenían un menor riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer. En particular, el tercer cuartil mostró una reducción del 23% en el riesgo de demencia en comparación con el primer cuartil.
Curiosamente, tanto la ingesta insuficiente como la excesiva de colina se asociaron con un mayor riesgo de demencia. Los expertos explicaron que el exceso de colina puede generar compuestos como la trimetilamina (TMA), que el hígado transforma en N-óxido de trimetilamina (TMAO), una sustancia vinculada con enfermedades cardiovasculares y Alzheimer.
En cuanto a las pruebas cognitivas, los participantes en los niveles óptimos de consumo de colina mostraron entre un 8% y un 13% de mejora en atención visual, inteligencia fluida y velocidad de procesamiento.
Fuentes alimenticias de colina y su integración en la dieta
Para alcanzar niveles saludables de colina, es fundamental incluir alimentos ricos en este nutriente en la dieta diaria. Algunas de las fuentes más destacadas son:
Un ejemplo práctico para incorporar colina es desayunar dos huevos grandes, lo que proporciona alrededor de 300 mg, acercándose al rango ideal identificado en el estudio.
Además de la colina, otros nutrientes como los ácidos grasos omega-3, la vitamina D, la fibra, los probióticos y los antioxidantes desempeñan un papel crucial en la salud cerebral. Por ello, seguir patrones alimenticios como la dieta MIND, que combina aspectos de las dietas mediterránea y DASH, puede ser beneficioso.
La colina es un nutriente esencial cuya deficiencia podría tener consecuencias graves para la salud cerebral. Los hallazgos recientes subrayan la necesidad de una ingesta moderada de colina para reducir el riesgo de demencia y optimizar el rendimiento cognitivo. Incorporar alimentos ricos en colina como parte de una dieta equilibrada no solo favorece al cerebro, sino que también contribuye a una mejor salud general.
Texto original de Infobae
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