El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a un proceso político “inclusivo y encabezado por sirios” tras la caída el 8 de diciembre del régimen de Bashar al Assad, quien huyó de Damasco ante los avances de yihadistas y rebeldes encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), que han nombrado ahora unas autoridades interinas para encabezar una transición.
Los países miembro del organismo, entre los que figura Rusia, quien fuera uno de los principales aliados de Al Assad, han indicado en un comunicado que este proceso debe estar fundamentado en los principios básicos fijados por la resolución 2254 del Consejo de Seguridad y “satisfacer las aspiraciones legítimas de todos los sirios”.
La citada resolución, aprobada en 2015, fijaba un calendario para una transición política, incluida la creación de un gobierno inclusivo y creíble, definió el proceso para la redacción de una nueva Constitución y pidió elecciones libres y justas bajo supervisión de la ONU, si bien nunca llegó a materializarse.
Así, han recalcado que este proceso político debe “proteger” a todos los ciudadanos sirios y permitirles “determinar su futuro de forma pacífica, independiente y democrática”, al tiempo que han reafirmado su “firme compromiso” con “la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Siria”.
En este sentido, los países del Consejo de Seguridad de la ONU han insistido en la necesidad de que “Siria y sus vecinos eviten mutuamente cualquier acción o interferencia que pueda socavar la seguridad del otro”, ante la presencia de militares de Turquía, Israel y Estados Unidos en distintos puntos del país y los cientos de bombardeos israelíes desde el 8 de diciembre.
Concretamente, han solicitado que se respete el Acuerdo de Separación de 1974 sobre los Altos del Golán y ha pedido a las partes que “mantengan la calma y reduzcan las tensiones”, después de que las tropas israelíes hayan ocupado la “zona de amortiguación” y tomado el control del lado sirio del monte Hermón y otras zonas cercanas.
Los firmantes han hecho hincapié también en la importancia de evitar el resurgimiento del grupo yihadista Estado Islámico y han recalcado que Damasco debe cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre armas no convencionales, en referencia al programa de armas químicas de Al Assad.
Declaraciones del enviado especial de la ONU
El enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen afirmó a periodistas en su último día de visita en la capital siria, “Todos sabemos que sólo han pasado 11 días desde que HTS (Hayat Tahrir al Sham) y los demás grupos llegaron a Damasco, así que es pronto. Pero creo que es importante decir que hay muchas esperanzas de que ahora podamos ver el comienzo de una nueva Siria”.
Se trataría de una “nueva Siria que, en consonancia con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, adoptará una nueva constitución que garantizará la existencia de un nuevo contrato social para todos los sirios”, con “elecciones libres y justas”.
Igualmente, Pedersen destacó “algunos retos”, siendo el primero que el “conflicto aún no ha terminado”.
“Sí, hay estabilidad en Damasco, pero hay retos en algunas zonas y, por supuesto, uno de los mayores es la situación en el noreste. Me alegro mucho de que se haya renovado la tregua y de que parezca mantenerse, pero ojalá veamos una solución política a esa cuestión”, aseguró, en referencia a los combates entre los rebeldes sirios apoyados por Turquía y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos.
El segundo reto es el económico, apuntó, e indicó que Siria necesita “ayuda humanitaria inmediata”, pero también hay que asegurarse de que Siria “pueda reconstruirse, de que podamos ver la recuperación económica y de que podamos ver, con suerte, el comienzo del proceso para poner fin a las sanciones”.
(con información de EP y EFE)
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