Dice el dicho que, lo que no es de nuestra incumbencia es mejor dejar que siga su curso natural. Pero, lamentablemente no hay como. Se hace el propósito de dejar pasar, pero parece que se esfuerzan haciendo cosas incoherentes, lamentablemente hay que decirlas y no dejarlas pasar.
Estamos en manos de funcionarios municipales incompetentes, si la cabeza adolece de sentido común, no se diga el resto de esos miles de burócratas municipales que aceptan las órdenes sin entender y peor comprender el porqué.
La Ministra Encargada Manzano, al cuestionar los racionamientos de agua en Quito, porque no había llovido lo suficiente, según personeros municipales, recalcó que los reservorios, que sirven a Quito con agua para potabilizarla, tenían la cantidad suficiente como para abastecer la demanda de un año. La provisión de agua potable está estipulada en la Constitución como un derecho que no puede ser suspendido o cortado, Artículos 55 y 56. En el mismo sentido, la Ley Orgánica de Agua, en su Artículo 34, lo confirma. Aparentemente la Administración del Gobierno Central tendría la razón e incluso mencionó algo de analizar una sanción.
El Municipio por el contrario indica que “No pueden ni con una crisis ellos y quieren verificar la veracidad de los datos….”[1], en una clara reacción visceral, típica de los miembros de ese movimiento político. Es decir, como se atreve el gobierno a inmiscuirse en mis asuntos de la ciudad, parecería entenderse. Sin embargo, el lunes 9 de diciembre de 2024, en su informe de labores, el burgomaestre mencionó que “levanta la medida y, en principio, Quito tendría agua potable a disponibilidad sin problemas”.[2] ¡Sorpresa! Interesante comportamiento típico de la ignorancia atrevida. ¿Por qué el cambio de política? Pero clarito está, nos acercamos a las elecciones y hay que mandar el mensaje politiquero correcto, ¿no es cierto?
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, Verónica Sánchez, Gerente de la EPMAPS, precisó respecto de si volverían los cortes de agua, “No podemos decir que está garantizada al cien por ciento, la provisión de agua potable”. Entonces qué mismo pasa, se toma una decisión de política sobre el servicio de prestación de agua potable, sin tener certezas. Cabe preguntarnos ¿Existe suficiente provisión de agua para Quito? ¿A qué están jugando los municipales? Claro, la engañifa surte efecto, a veces.
La verdad de la milanesa es que la decisión de racionar el agua potable, afectó a 96 barrios y a más de 150.000 habitantes de Quito, más o menos un 5% de la población total. Pero es porque no hay suficientes reservas de agua o porque los cortes de energía impedían bombear agua a los barrios ubicados en las alturas de Quito. ¿Por qué no se podía bombear agua? ¿Por qué no contaban con generadores eléctricos para casos de emergencia? La respuesta es sencilla, pues son improvisados en los temas de la ciudad y no han leído la norma jurídica, en lenguaje campechano, les vale un pepino. Este es un ejemplo claro de la falta de profesionalismo y capacidad técnica de los burócratas municipales al frente de un servicio que no puede ser racionado.
Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, en el bulevar interno que va desde la Av. Amazonas a la Av. de los Shyris, en la zona norte del parque La Carolina, el responsable del mantenimiento de los parques de la ciudad, tiene funcionando todo el día, todos los días, un túnel de agua potable, pues en esta zona no existe agua de riego. Asumo que esta facilidad reprocesa el agua y la vuelve a utilizar. Sería el colmo que no fuese así. Pero, ¿cuál es el mensaje que reciben los usuarios del parque? ¿Cuál es el mensaje a la ciudadanía? ¿Cuál es la reacción primaria? Hay agua por supuesto y entonces porque la racionan a los otros barrios.
Estos mensajes incoherentes y contradictorios nos llevan a pensar que Quito, el DM de Quito, está gestionado por funcionarios, desde la cabeza hasta el último burócrata, que no entienden y peor comprenden la verdadera administración de una ciudad, y en especial de Quito.
La ciudad como cualquier metrópoli, es un ente con vida, con problemas, limitaciones, dificultades y necesidades en infraestructura física y tecnológica, de equipamiento urbano, de provisión de servicios eficientes. Los personeros municipales están obligados, por la norma y especialmente por la ética, a discutir, diseñar, difundir, consensuar soluciones de corto y largo plazo para satisfacer la demanda de los ciudadanos. Existen innumerables herramientas tecnológicas que ayudan y facilitan el proceso de Desarrollo Territorial futuro. Para eso están, aunque elegidos por una minoría gracias a que la perversidad de la norma electoral les facilitó su llegada, están para buscar soluciones innovadoras y viables a todas las necesidades de los ciudadanos.
Habiendo conocido con anticipación el efecto de la sequía en el mundo y en especial en este lado del planeta, esperaron hasta finales de noviembre para invertir USD2,5 millones en equipamiento eléctrico y no suspender el bombeo del agua a los 96 barrios situados más alto de la cota de agua. Hasta este momento no se han implementado y se estima que lo harán en marzo de 2025. Que bien bonito, ¿no? Paralelamente, el bacheo de calles es un completo desastre. El hormigón colocado en la Av. 6 de diciembre carril exclusivo del sistema de transporte masivo, una vez concluido se tuvo que levantar días después por algún problema de orden……técnico. Hubo que hacer de nuevo todo. Sumemos los costos y gastos por la ineficiencia de esta obra y es un recurso mal gastado por esta administración de la ciudad que al final, la terminan pagando todos los ciudadanos. Es decir, pagamos por las ineptitudes de esta administración.
Para finalizar, por ahora, no puedo olvidar al Secretario de Cultura. Impresionante su falta de cultura, su conocimiento de las tradiciones y valores culturales de la ciudad de Quito. Soy quiteño de cepa, del centro de la ciudad. No recuerdo monigotes en las fiestas de Quito. Si recuerdo el monigote para fin de año. En el barrio lo hacíamos de ropa vieja, con una pequeña estructura de madera, aserrín, careta, sombrero, guantes y zapatos. El fin de año, el 31 de diciembre, no en las fiestas de Quito. Una vergüenza para los quiteños esta ignorancia atrevida del Secretario de Cultura.
Simplemente existe una total desidia por la ciudad. Quito merece otra actitud, otra predisposición, otra política pública, en fin, otro alcalde, otros consejeros, otros técnicos. Profesionales competentes y con capacidad de reflexión y decisión. Por Quito.
[1] Entrevista en Radio Pichincha, 14 de noviembre de 2024.
[2] El Universo.com/noticias/ecuador/quito-racionamiento-agua-gobierno-municipio-nota.
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