Edificios destruidos, familias enteras desplazadas y colas en los supermercados. Las imágenes de las guerras suelen reiterarse en los sitios de noticias. Luego, cuando ese conflicto se extiende u otro tema lo reemplaza, la agenda periodística cambia. y otras postales similares se reproducen pero en otra parte del mundo. Sin embargo, detrás de esas secuencias que parecen genéricas hay hombres y mujeres que sufren. Sus casas son destruidas, sus vidas detenidas. Ya no existe, en muchos casos, la chance de ir a trabajar o simplemente se complica las tareas cotidianas como ir al supermercado o caminar por las calles. Los niños también sufren estos conflictos que le dejan secuelas psicológicas permanentes.
La invasión de Rusia a Ucrania comenzó el 22 de febrero del 2022. El conflicto lleva más de 2 años y medio. Para intentar paliar las consecuencias en la población, el gobierno de Volodímir Zelenski lanzó un plan que intentaba darle alguna herramienta de expresión artística a los chicos del país. El proyecto arrancó a una semana del inicio del conflicto y es auspiciada por la institución MALYUY.UA.WAR. Ahora, este 4 de noviembre se abrió la exposición “Niños de la guerra”, que cuenta con unos 78 dibujos en la Casa del Bicentenario porteña. Son imágenes realizadas por chicos de entre 4 y 17 años y podrá visitarse en forma gratuita hasta el 8 de diciembre.
El poder del arte
El Embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klymenko, habló durante la inauguración de la muestra. “Estos dibujos representan el coraje y la resiliencia de los niños ucranianos que intentan paliar el dolor a través de la creatividad. El objetivo es que puedan mantener la esperanza a través del arte. Los ataque rusos destruyeron escuelas, universidades y hasta jardínes de infantes. Hay 3.700 instituciones educativas dañadas y 365 que fueron totalmente destruidas”.
El funcionario diplomático, además, alertó sobre la deportación de niños ucranianos hacia Rusia. “Unos 19.000 niños ucranianos fueron secuestrados por Moscú desde el comienzo de la guerra – alerta Klymenko-. Sin embargo, otras cifras extraoficiales hablan de 200.000 menores en poder de Rusia, de los cuales apenas fueron devueltos menos de 900″.
Tras la presentación, Infobae recorrió la muestra con los 78 dibujos que llegaron desde Ucrania para mostrar los intentos de los chicos de vivir una vida normal en medio de tanto horror. Hay imágenes muy oscuras que muestran el terror de la guerra. Hombres grises ensangrentados o edificios destruidos que pueden ser las escuelas o las casas de estos chicos. Hay otros que representan esperanza. Tienen colores claros y se representa el campo ucraniano, la estepa o niños que corren en libertad. “Todas las imágenes tienen la intención de generar belleza en medio de la guerra. Pensemos que son menores que pasan gran parte de su vida en refugios antibombas y que tienen padres, hermanos o tíos desaparecidos, muertos o que siguen combatiendo en el frente de batalla”, resalta el embajador.
Hablan los niños de la guerra
Infobae pudo establecer comunicación vía mail con algunos de los jóvenes artistas que exponen sus obras en Buenos Aires. Margarita Lobachova tiene 13 años y en la foto que envió por mail aparece con una sonrisa pícara en un pase junto a un río ucrcaniano en su ciudad natal, Ladyzhyn. La nena vive con su mamá y una de sus hermanas. Su papá, periodista, fue a luchar al frente como voluntario al inicio de la invasión rusa y está desaparecido desde agosto del año pasado.
En su obra hay una fuerte sensación de anticipación y esperanza. Un ángel junto a una nena que sostiene un oso de peluche miran un cielo estrellado bajo la luz de una luna llena gigante. No hay bombas, ni misiles que iluminan ese momento de la noche ucraniana. Margarita vive alejada del frente de batalla. Sin embargo, en su ciudad igual las alarmas de bombardeos se dan casi a diario. “Cuando empezó la guerra me encerré en mí misma. El tiempo pasó y entendí que sólo tengo una vida y tengo que vivirla. Como dice mi madre, si no vives tu vida, entonces quién debería andar este camino, porque ya ha sido elegido por Dios para mí”, explica Margarita con una sabiduría que sólo le pudo haber dado casi tres años de vivir entre bombas.
La nena admite que extraña a su papá. El hombre que es un soldado voluntario se encuentra desaparecido en el frente de batalla desde hace más de un año. Los Lobachova pasaron un tiempo en Polonia al comienzo de la invasión, pero luego volvieron a su ciudad cuando pensaron que lo peor ya había pasado. “La primera vez que nos bombardearon, tenía miedo de lo que misiles pudieran alcanzar el hogar, pero ahora estoy más acostumbrada a las explosiones”, sostiene Margarita con naturalidad.
El miedo a las bombas
Iryna Babiuk tiene 9 años y un familiar cercano que combate a los rusos en el frente de batalla. Su dibujo se llama “Tío Vovka” y está dedicado a ese soldado que hace meses que no ve. En la imagen se ve al tío de barba colorada y uniforme militar que abraza a una nena, seguramente Iryna. “Tengo miedo de que mi padre vaya a la guerra y estoy preocupada por mi tío Volodymyr, que ahora defiende a nuestro país. Cuando oímos el aviso de ataque aéreo, bajamos al refugio todos juntos. En tiempos de paz, era feliz, lo tenía todo para eso”, admite la nena. Iryna, junto a su familia, salió de Ucrania durante los primeros meses de la invasión. Estuvo como refugiada en Rumania y Bulgaria. Luego volvió a su país. Mientras espera por su tío y se aferra a su padre para que la guerra no se lo lleve, Iryna confiesa que le tiene miedo a que la alcance un cohete”.
Borys Gordienko, de 8 años, pintó a su padre, que en febrero de 2022 se presentó voluntario para defender su patria y sigue en el frente de batalla. Su obra “Papá es el Protector” viajó por casi todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Japón. Y ahora llegó a la Argentina. “Vivo en Kiev con mi mamá y mi hermano Vladyslav. Mi papá está en el frente, así que no podemos reunirnos con él porque no tiene vacaciones” explica el nene. El dibujo de Gordienko es en blanco y negro. Aparece el soldado, su padre, con unas flores en la mano.
“Vivo lejos del frente. Pero a menudo nos llegan misiles, drones de ataque y piezas de drones. Por ejemplo, ayer fue uno de esos ataques -explica Borys-. Tuvimos que irnos al extranjero y estudiar en otra escuela. No veo a mi familia y amigos durante mucho tiempo. No veo más a mi abuelo. Mi deseo es que los drones de ataque dejaran de volar en el cielo de Kiev y volver a ver a mi papá”.
Por la guerra, en varias ocasiones Kiev estuvo cerca de caer en poder de los rusos. Sin embargo, el ejército de Putin nunca logró apoderarse de la capital ucraniana. “Tuvimos que mudarnos 4 veces a causa de la guerra – cuenta Borys-. Desde que empezó la guerra le tengo miedo a las arañas y a quedarme sin familia”.
Kseniia Pylypchuk tiene 15 años, y su papá es miembro de las Fuerzas Armadas ucranianas. Su obra se denomina “Invencible” y el dibujo original está con él en el cuartel de Donetsk.
“En el año 2014 sobreviví a la ocupación rusa de Donetsk, me vi obligado a mudarme con mis padres a la región de Zhytomyr. Tengo miedo de que Ucrania no pueda derrotar a los terroristas rusos. Tengo mucho miedo de que le pase algo a mi padre en la guerra, tengo muchas ganas de que regrese”, confiesa Kseniia.
Tymofiy Mankov tiene 14 años y es el autor de las obras “Niños de la guerra” y “En Memoria de los fallecidos en Mykolaiv”. Administración Estatal Regional de Mykolaiv”. Esos dibujos fueron creados en 2023 basándose en lo vivido en su ciudad natal. Desde el comienzo de la invasión rusa, toda la familia de Timofiy trabajó como voluntaria, alimentando a los ancianos en el refugio para desplazados internos y animales. Timofiy recibió un diploma honorífico de la Cruz Roja como voluntario más joven de la organización.
“Muchas cosas cambiaron en mi vida desde la invasión rusa. Mi entorno y mi cosmovisión. Mi actitud hacia las personas y los acontecimientos. Por ejemplo, mi escuela fue destruida, muchos de mis amigos abandonaron la ciudad, debido a problemas con el suministro de agua potable. Pero también hubo cambios para mejor. Sentí lo que es ser voluntario. Tengo héroes de los que estoy orgulloso. Estoy orgulloso de ser ucraniano”, relata Timofiy. Mankov extraña su escuela y confiesa que le dan miedo las explosiones y perderse de su familia.
El mensaje para el mundo
Cada uno de los artistas que respondieron el mensaje de Infobae, dejaron un mensaje para todos los niños del mundo que van desde gritos desesperados desde el horror hasta pedidos de apoyo. A continuación sus palabras:
Tymofiy Mankov: “Amar, soñar, apoyar, ser amables siempre”.
Iryna Babiuk: “Que nos apoyen en estos momentos difíciles y sean felices, sin guerra”.
Borys Gordienko: “¡Ucrania es el mejor lugar del mundo! Vengan a nosotros en tiempos de paz. ¡Vean las 7 maravillas de Ucrania! Apoyen a sus amigos”.
Kseniia Pylypchuk: “Nunca te rindas, ayuda a los padres. Ayuda a nuestros soldados. Cree y avanza hacia tus sueños”.
Margarita Lobachova: “Que todos los niños aprecien el tiempo con sus familias mientras la tengan. Y que disfruten cada minuto de sus vidas y las llenen de buenas acciones. Quizá entonces el mundo sea un lugar mejor”. Que así sea Margarita.
Texto original de Infobae
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