El cambio climático inducido por actividades humanas representa una amenaza para la salud humana.
En América Latina, el cambio climático ha provocado un aumento significativo de dengue y sequías en países como Brasil, Argentina y Uruguay.
Las sequías en la región amazónica han causado escasez de agua en Uruguay y una pérdida del 15% de la producción de cereales en Argentina
Lo esencial: El reporte “Lancet Countdown” fue elaborado por 122 destacados expertos de 57 instituciones académicas y organismos de las Naciones Unidas de todo el mundo. Destacaron que es urgente limitar el calentamiento global para evitar efectos climáticos más severos. A pesar del Acuerdo de París, el calentamiento global está cerca de exceder el objetivo de 1,5 grados sobre niveles preindustriales. Sugieren redirigir financiamiento de combustibles fósiles hacia energía limpia para mejorar la salud y economía global.
El cambio climático que está sufriendo el planeta Tierra por actividades humanas representa una amenaza fundamental para la salud de las personas.
Una nueva edición del reporte del Lancet Countdown detalló dos impactos principales del cambio climático que se registraron en la región de América Latina el año pasado: el aumento de la incidencia del dengue y las sequías que afectaron a Brasil, Argentina y Uruguay.
En el reporte se menciona que el aumento de la carga global del dengue fue impulsado por condiciones ambientales cada vez más favorables para los mosquitos que transmiten el virus, la movilidad humana y la urbanización.
El año pasado se habían reportado más de 5 millones de casos de dengue en todo el mundo, y los expertos que realizaron el informe destacaron que las condiciones climáticas en América Latina son cada vez más beneficiosas para las poblaciones de mosquitos y la transmisión del virus.
Como informó Infobae el 24 de octubre, en 2024 la situación fue peor: hubo un aumento del 215% en los casos de personas afectadas en comparación con 2023, según el registro de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Otros fenómenos climáticos destacados en el reporte fueron las sequías sin precedentes en el Amazonas, con impactos graves en esta región vulnerable.
Las sequías fueron exacerbadas por el cambio climático, y mostraron la interacción entre las precipitaciones, la exposición y la vulnerabilidad. Las sequías produjeron una grave escasez de agua en Uruguay y la pérdida del 15% de la producción de cereales en la Argentina.
En diálogo con Infobae, una de las coautoras del reporte, Yasna Palmeiro Silva, magister en salud pública, doctora en salud global e investigadora del grupo Lancet Countdown Latinoamérica, explicó: “Las sequías tienen diversas causas: el sobreuso y mal uso humano del agua, la disminución de la precipitación debido a variaciones naturales del clima, y el cambio climático antropogénico”.
Las sequías afectan la salud de las personas por la falta de agua potable para consumo humano, que genera deshidratación y problemas renales y cardiovasculares. “En caso de que no se tenga agua segura para consumir y llevar a cabo las actividades de la vida diaria, se pueden desencadenar enfermedades e infecciones relacionadas a agua contaminada, como diarreas e infecciones intestinales, enfermedades parasitarias y otras intoxicaciones por metales o contaminantes”, puntualizó.
“Las personas que están expuestas a esas amenazas pueden tener estrés y ansiedad”, dijo. Los pequeños agricultores pueden ver mermada la posibilidad de tener acceso a alimentos para su consumo y venta, agregó.
Cómo se hizo el reporte
El reporte contiene también información sobre el cambio climático y la salud en otras regiones del mundo. Fue financiado por el Wellcome Trust del Reino Unido. Es la octava vez que se publica, y fue elaborado en colaboración con la Organización Mundial de la Salud.
El informe representa el trabajo de 122 destacados expertos de 57 instituciones académicas y organismos de las Naciones Unidas de todo el mundo. Fue publicado en vísperas de la 29ª Conferencia de las Partes (COP) de las Naciones Unidas, que se llevará a cabo en Bakú, Azerbaiyán, desde el 11 al 22 de noviembre. Será una oportunidad crucial para acelerar la acción para enfrentar la crisis climática.
Desde América Latina, el Centro Latinoamericano de Excelencia en Cambio Climático y Salud y otras instituciones están involucradas activamente en la investigación y respuesta a los desafíos del cambio climático y la salud en la región, señalaron en el reporte.
Aunque no se detalló exhaustivamente, el reporte mencionó que un estudio realizado en Perú mostró una percepción indígena de las condiciones climáticas y su impacto en la salud y el bienestar de las comunidades locales. Además, destacó la importancia de reconocer y utilizar el conocimiento indígena en la adaptación al cambio climático.
Qué se advirtió en el reporte
Para evitar peores efectos del cambio climático y preservar un planeta habitable, es necesario limitar el calentamiento global con carácter urgente, según expresaron los autores del reporte. De esta manera, se alinearon con las evidencias del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
En 2015 se firmó el Acuerdo de París: los países acordaron reducir sustancialmente las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura media global a largo plazo muy por debajo de 2 grados respecto a los niveles preindustriales y proseguir con los esfuerzos para limitarlo a 1,5 grados.
En el reporte The Lancet Countdown, los expertos afirmaron que a pesar de la esperanza inicial generada por el Acuerdo de París de 2015, “el mundo está peligrosamente cerca de no cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento global multianual promedio a 1,5°C.
En 2023, la temperatura media anual llegó a un récord de 1,45°C por encima del nivel preindustrial y se registraron nuevas temperaturas extremas a lo largo de 2024. “Estos extremos climáticos están afectando cada vez más vidas y medios de subsistencia a nivel mundial”, señalaron.
Qué propuesta se hizo
Los expertos hicieron un llamado para que los miles de millones de dólares que se destinan a financiar los combustibles fósiles tengan otro uso. Deberían emplearse en impulsar una transición rápida y justa hacia una economía de gases de efecto invernadero con emisiones netas cero, en lugar de dañar la salud de miles de millones de personas en todo el mundo.
“El balance de este año sobre las amenazas inminentes para la salud debido a la inacción climática revela los hallazgos más preocupantes en nuestros ocho años de monitoreo”, advirtió la doctora Marina Romanello, directora ejecutiva de The Lancet Countdown en University College de Londres.
“Ninguna persona ni economía en el planeta es inmune a las amenazas para la salud del cambio climático. La expansión implacable de los combustibles fósiles y las emisiones récord de gases de efecto invernadero agravan estos impactos peligrosos para la salud, y amenazan con revertir el progreso limitado logrado hasta ahora, y alejar aún más un futuro saludable”, añadió.
Romanello subrayó: “A pesar de esta amenaza, vemos que los recursos financieros continúan siendo invertidos en las mismas cosas que socavan nuestra salud. Reutilizar los miles de millones de dólares que se invierten o subvencionan cada año en la industria de los combustibles fósiles proporcionaría la oportunidad de lograr una transición justa y equitativa hacia la energía limpia y la eficiencia energética, y un futuro más saludable, beneficiando en última instancia a la economía global”.
Texto original de Infobae
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