Rebecca Cheptegei, la maratonista ugandesa que participó en los Juegos Olímpicos de París 2024, murió que sufrir un brutal ataque en su vivienda en el condado de Trans-Nzoia (oeste de Kenia) de parte de su ex pareja Dickson Ndiema, quien la roció con gasolina para luego prenderla fuego. Cinco días después de la muerte de la atleta, el que falleció fue su agresor.
Ndiema murió en el Hospital Universitario y de Referencia Moi en Eldoret, en Kenia, por las graves quemaduras que también sufrió en el ataque contra la deportista. Cheptegei, de 33 años, se dirigió a la iglesia con sus dos hijos el día del hecho. Luego de una supuesta pelea entre los dos, su ex pareja esperó que regresara a su casa y la roció con un bidón de 5 litros lleno de gasolina y la prendió fuego, según los informes preliminares de la policía local.
El acusado de asesinar a la atleta falleció por una insuficiencia respiratoria derivada de quemaduras severas en las vías respiratorias y sepsis, indicó el medio africano Nation. Según indicó el Dr. Philip Kirwa, director ejecutivo del centro médico, Ndiema fue admitido en el hospital el 2 de septiembre tras ser trasladado desde el Kitale County Referral Hospital con quemaduras en su cuerpo.
Durante su estancia, fue atendido por un equipo multidisciplinario en la unidad de cuidados intensivos (UCI). A pesar de los esfuerzos médicos para salvar su vida, Ndiema sucumbió a las complicaciones a las 18.30 de este lunes.
Ndiema había sido acusado de atacar a Cheptegei, campeona mundial de carreras de montaña en 2022, en su vivienda en Trans Nzoia por una disputa de tierras no resuelta. De acuerdo con las investigaciones, Ndiema emboscó a Cheptegei cuando regresaba a casa, la roció con gasolina y le prendió fuego. La atleta sufrió quemaduras en más del 80% de su cuerpo, mientras que Ndiema se quemó más del 40% de su propio cuerpo tras el ataque.
Cheptegei fue trasladada para recibir atención médica en el mismo Moi Teaching and Referral Hospital donde posteriormente falleció a causa de las heridas. Los médicos determinaron que sus quemaduras eran mucho más graves que las de Ndiema, lo que provocó su incapacidad para sobrevivir.
Después de la muerte de la corredora, su padre apuntó contra las autoridades por no cuidar a su hija del agresor. “Las agencias gubernamentales nos han fallado porque informamos con suficiente antelación sobre su seguridad, ya que este hombre solía seguirla incluso hasta Uganda, pero no actuaron con rapidez. Era evidente que su vida estaba en peligro”, dijo Joseph Cheptegei en diálogo con los medios.
Según indicó la prensa local, Cheptegei había realizado la última denuncia contra su ex pareja apenas dos días antes del presunto ataque de Maranganch, aseguró el padre de la maratonista que tuvo su estreno profesional en 2010.
La atleta ugandesa, que había alcanzado el 14° lugar de la maratón durante el Campeonato Mundial de Atletismo en Budapest y finalizó en el puesto 44 en la carrera de París 2024, será sepultada este sábado en su hogar ancestral en Kapkoros, en el distrito de Bukwo. La tragedia causó gran conmoción en la comunidad deportiva, especialmente entre aquellos que conocieron a la maratonista y también entre los habitantes de la región.
Por otro lado, se conoció que Ndiema se encontraba asistiendo a un grupo de atletas en su entrenamiento en la zona de Endebes, área conocida por su altitud favorable para prácticas deportivas, antes de los trágicos eventos que terminaron con la muerte de los protagonistas.
La Federación de Atletismo de Uganda (UAF, por sus siglas en inglés) también confirmó la muerte de la deportista y expresó su dolor en un comunicado en redes sociales. “Nos entristece profundamente anunciar el fallecimiento de nuestra atleta Rebecca Cheptegei esta mañana temprano, quien trágicamente fue víctima de violencia doméstica. Como federación, condenamos tales actos y pedimos justicia. Que su alma descanse en paz”, señaló la UAF en su cuenta de la red social X.
Texto original de Infobae
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